Marketing olfativo, el deseo de entrar a las tiendas

¿Has pensado en qué te detiene a mirar y entrar en una tienda? Probablemente lo que allí se venda sea de tu agrado, esté bien iluminado o los precios valgan la pena como para entrar a mirar cuán bueno son los productos, pero ¿creerías que el aroma que tiene la tienda es un factor clave para que entres en ella?

El marketing olfativo se ha posicionado en el último tiempo como una estrategia comercial cuyo objetivo es atrapar la atención del consumidor para que este muestre mucha más atención con la tienda o local, quedandose mucho más tiempo allí.

Para los gigantes del consumo a nivel mundial esta estrategia que apela a los sentidos tomó fuerza desde la década de 1990, siendo utilizadas en primer lugar por potencias como Estados Unidos o Japón. A pesar de no ser muy conocido en los países latinoamericanos, el trabajar con los aromas se encuentra en crecimiento.

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La decisión sobre qué tipo de aroma será el más adecuado para el tipo de empresa es propio puesto que “la decisión sobre a qué debe oler una marca, surge después de un proceso basado en un perfil del cliente, así como de la experiencia que tenemos como grupo”, señaló Maxi Iannini, director de Aromarketing de México.

Claramente no todos los aromas serán los ideales para determinados espacios, así es como el olor a limpio en los hospitales es fundamental, para las tiendas enfocadas en niños estarán perfumadas con talco o colonias.

La marca que desee posicionarse en el ámbito comercial mediante esta estrategia debe dejar una huella que el consumidor asocie cada vez que sienta el aroma, recordando lo bueno que es, relacionándolo con la tienda o empresa donde se encuentra.

“Las personas sólo se acuerdan de 200 colores y son capaces de recordar hasta 10,000 fragancias, lo que hace del olfato el sentido con mayor memoria y el más poderoso, pues se usa todo el tiempo”, explicó Pablo Mercado a el portal El empresario, señalando que el ser humano es capaz de recordar 1% de lo que toca, 2% de lo que escucha, 5% de lo que ve, 15% lo que prueba y 35% lo que huele.