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Cómo administrar mejor nuestras 25 mil mañanas

Algunos tips para sacar provecho a las primeras horas del día de nuestra vida.

Desde la perspectiva de cuantificar las veces que iniciamos un nuevo día en un promedio esperanzador de 86 años de vida y hacer una reflexión sobre la calidad de nuestras mañanas, podemos organizarnos para hacer eficientes las 25 mil que nos tocan como adultos.

Recordemos que las mujeres exitosas madrugan, con el mismo argumento el sitio Buffer comparte algunas estrategias para optimizar las mañanas; estas entre las principales:

Regirse por las energías a invertir, no por horarios

Las actividades que exigen más esfuerzo mental son las primeras a ejecutar, algunas de ellas no solo porque sean complicadas, también las que demandan un proceso creativo; así dejar las más rutinarias o sencillas para la tarde. Por la forma en que el autor hace hincapié en esta técnica, tendré que invertir mi agenda, porque ahí ando mal. Así dependiendo de tus tareas, piensa ¿cómo administrarías tu energía?

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Planear desde la noche anterior

¿Sabías que este buen hábito puede ahorrarnos hasta tres horas del día siguiente? Antes de pegar la cabeza en la almohada, destinar unos minutos a hacer una planeación de los pendientes va aligerar tus mañanas un montón, ¡comprobado!

Lugares de trabajo ventilados

Algunos nos sofocamos más fácil que otros, por ello una buena oxigenación es gran ayuda para concentrarnos y no experimentar ese debilitamiento hostigoso por falta de aire.

Enderezarse o pararse en intervalos

El sedentarismo es el mal del siglo y no pasamos pocas horas frente a un monitor o escritorio, así que es recomendable enderezarse, si tenemos una postura encorvada, o ponerse de pie. Esto tiene una razón fisiológica, pues malas posturas al sentarse limitan nuestra capacidad para tomar aire profundamente y con facilidad; al levantarnos le damos más libertad a los pulmones de expandirse y contraerse para que llegue más oxígeno a nuestro preciado cerebro.

Habría que añadir otra de las máximas para el rendimiento mañanero: un buen desayuno. Pero la propuesta de James Clear, es ir comiendo en respuesta a la energía que va requiriendo el trabajo, es decir, conforme su cuerpo lo va pidiendo; muy osada sugerencia.

Desde su particular experiencia, también nos aconseja no revisar el correo temprano y postergarlo hasta el mediodía, así como mantener el teléfono alejado (o en otra habitación) para no desperdiciar tiempo en Twitter, Facebook, WhatsApp. Un punto cuestionable, ya que a veces de esa conexión depende el flujo de trabajo, o el de nuestra vida. ¿Ustedes qué piensan?

¿Qué estrategias empleas para optimizar las 25 mil mañanas de tu vida?

Fuente: Buffer

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