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Conoce tus zonas erógenas y comienza a disfrutar

¿Sabes qué son y por sobre todo dónde están?

La sexualidad femenina ya no es un tabú, las personas hablan de lo que ocurre con sus cuerpos y sobre todo como no dejar de disfrutar ningún momento, es por esto que las  zonas erógenas femeninas son vitales para que cualquier mujer pueda vivir su sexualidad libremente.

Una zona erógena es aquella parte del cuerpo que presenta un mayor grado de sensibilidad y cuyo fin tiene el de ser estimulado para encender el deseo sexual. A pesar de que todas las personas somos distintas y por lo tanto tendremos distintas zonas erógenas, las presentadas a continuación puede que sí sean las tuyas, ¡descúbrelas y empieza a disfrutar!:

1.-Pies:

Están llenos de terminaciones nerviosas que al tacto se activan y comienza el conocido cosquilleo, dando paso si es que existe un buen grado de manipulación a las ganas sexuales.

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2.-Detrás de las rodillas:

Se encuentran importantes vasos de la extremidad inferior.  El truco en esta zona es acariciarla y besarla muy muy suavemente, ya que las caricias fuertes o extremadamente constantes puede terminar irritando la piel.

3.-Muslos:

Es una zona muy sensible cuando la mujer ya está suficientemente excitada, responde al más mínimo roce, debido al fluir de la sangre acumulada que produce un efecto muy particular. La sangre se desvía hacia el interior de los muslos, por lo que la temperatura aumenta bastante, y la parte exterior se va enfriando

4.-Espalda:

La espalda es una zona erógena clave, puesto que si es bien estimulada puede causar grandes dosis de placer. Las caricias deben ser lentas y pausadas, con un roce apenas imperceptible en la piel, de modo que las terminaciones nerviosas se activen.

5.-Manos:

Muchas veces las manos son dejadas de lado, sin darse cuenta lo clave que son para todo tipo de caricias. Con las palmas de ella hacia arriba, usa tus dos pulgares para frotárselas suavemente, y utiliza el resto de tus dedos para frotar simultáneamente el otro lado de la mano.

6.-Cuello:

El área del cuello y de la clavícula es una región muy sensible. Besarlo y lamerlo, incluso soplarle o acariciarlo sin llegar a tocarlo produce una sensación tan cercana al placer que incluso llega a erizar el vello en la piel

7.-Orejas:

No sólo el susurrar cosas al oído, sino que lamer, soplar o mordisquear el lóbulo de la oreja son importantes, las terminaciones nerviosas comenzarán a activarse rápidamente.

8.-Cabeza:

Un masaje en el cuero cabelludo no sólo sirve para tener un momento de relajo, sino que también de placer.

Es recomendable que sea al inicio como al término de la relación sexual, puesto que el sentimiento de relajación expandirá lo bien del acto.

9.-Labios:

La estimulación de los labios de la boca siempre es un buen comienzo para encender a la otra persona, puesto que es un músculo

Fuente:El paciente y tú blog

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