Constantemente existe una lucha para que la discriminación de toda índole sea cada vez menor en el mundo, ejemplo histórico de esto es el de la justicia australiana, la que admitió la existencia de un tercer género, el que sumado al de femenino y masculino otorga un mayor espacio de diversidad para sus ciudadanos.
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La alta corte decidió el miércoles pasado por decisión unánime que esta decisión entregará un mayor campo de diversidad para los australianos. Por su parte Anna Brown, experta jurídica de la asociación señaló que “es fundamental que nuestro sistema legislativo refleje y tome en cuenta la realidad de la diversidad de géneros y de sexos en nuestra sociedad”.
La decisión fue motivada debido a que una persona llamada Norrie no se encontraba satisfecho siendo mujer ni hombre, reclamando así la existencia de un género neutro. Norrie tuvo muchos problemas con su identidad y luego de mucho papeleo el Estado Civil de Nueva Gales del Sur aceptó registrarlo bajo la categoría “género no específico”, pero luego el Estado lo retiró, lo que hizo sentir a Norrie como “socialmente asesinado”.
Ambas partes presentaron alegatos, dándole así la oportunidad a la Alta Corte de expresar el dictamen resolutorio, siendo provechoso para Norrie y todos los ciudadanos disconformes con “femenino” y “negativo”.
Otros países ya han reconocido poco a poco la existencia de un tercer género, como es el caso de Alemania, quien autorizó a sus ciudadanos a marcar “X” en el espacio sexo de sus pasaportes. También sumó a esta iniciativa un gran paso, ya que desde noviembre pasado el gobierno alemán ofrece a los padres a llenar la ficha de nacimiento de su hijo con: “masculino”, “femenino” y “espacio en blanco”. Esta legislación proporciona la futura elección del bebé, quien siendo adulto puede elegir qué sexo quiere tener.
En culturas como la hindú no existe una definición clara de sexos, teniendo incluso los dioses rasgos de los dos sexos. En esta cultura los hijras son personas que no se sienten identificadas con ningún sexo y que poseen características atípicas, siendo individuos intermedios entre los géneros masculino y femenino.
Puede que el ejemplo de Australia sirva para mostrarle al resto de los países que la aceptación de los ciudadanos sí es importante, que no todo es rígido y que las personas sí tienen derecho a elegir qué quieren ser en la vida. Buen ejemplo para remecer conciencias que puede que sean extremadamente rígidas, ¿no lo creen?
Fuente: Emol y Radiorebelde