Moda y Belleza

Milán apuesta por el normcore, la tendencia antitendencia

Grandes marcas como Gucci y Armani han hecho de esta moda el eje central de sus nuevas colecciones.

Milán es la ciudad de la moda. En la capital lombarda se realizan cerca de 750 desfiles de moda al año, abren más de 3.600 tiendas de artículos de vestir y cerca de mil zapaterías. Por lo mismo, no es de extrañar que todo lo que muestren marcas como Chanel, Dior, Armani o Prada en cualquiera de los eventos que allí se realizan, será inevitablemente lo más trendy en todo el mundo.

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En lo que va del año, estos grandes ya definieron la nueva tendencia global, al menos de ésta y la próxima temporada: el normcore,  vestirse lo más casual y desintencionado posible. Algo así como elegir de tu closet los mismos pantalones que usas para limpiar la casa un día domingo, la camisa más insípida que encontraste en el supermercado y esas cómodas zapatillas para ir a trotar.

La moda antimoda que surgió hace ya unos meses por oposición a la masificación del hipsterismo (sí, suena complicado), ha sido el eje central de las nuevas colecciones de Prada, Armani, Gucci y Fendi exhibidas en recientes desfiles en la ciudad Italiana y que, como señalan los expertos en moda, representa un “regreso a lo básico”.

Hablamos del antilook, de mostrarse agotadoramente anodino, exonerarse a uno mismo de la tendencias, para no ser como una oveja que sigue al rebaño

¿Cómo surge una tendencia que crea su estética visual a partir de una aparente “no-identidad”? El fenómeno podría tener relación con una saturación de la moda e incluso con lo que podría ser una nueva forma de entender la identidad propia, quizás como una manera de decir  “no necesito ropa o un estilo definido para defender mi propia personalidad“. Así es como el vestuario perdería relevancia como elemento distintivo.

Para explicar la existencia del normcore, Jeremy Lewis, fundador de la revista Garmento, señaló en el New York Magazine que “hablamos del antilook, de mostrarse agotadoramente anodino, exonerarse a uno mismo de la tendencias, para no ser como una oveja que sigue al rebaño”.

Algo que tiene mucho sentido al recordar el nacimiento y posterior masificación de la moda hipster, que colmó las vitrinas de camisas cuadrillé, botas de cuero y pitillos, dando origen a verdaderas comunidades de leñadores y “Lanas del Rey”.  Esto terminó por agotar por completo un estilo y convertirlo en un verdadero cliché.

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Sin embargo, la experta en moda, Gwen Marder, señala que la razón se encuentraría en la industria. “Puede hablarse sobre una ironía en la moda de esta tendencia, en la que existe una alianza entre la industria del lujo y la estética de los supermercados y de las cadenas de comida rápida; estamos tratando quizá de vestir de pobre al rico, a un muy alto costo“, explica.

De la forma que sea, nadie puede negar que el normcore llegó para quedarse algunas temporadas.  La moda, al distinguirse además por una flexibilización de lo que entendemos como “la norma”, evidente en el predominio de prendas unisex y oversize, hoy es la gran novedad en las pasarelas. Pero, ¿será pasajera? Probablemente, al igual que toda tendencia. Sólo es cuestión de esperar algún nuevo estilo llamativo para, en unos años, recordar esa vieja tendencia que ya nadie usaría.

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