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Sobrevivir a una ruptura amorosa sin subir de peso

Terminar una relación no tiene que dejarte con unos kilos demás, si te animas podrás evitar caer en el irresistible helado de chocolate.

Terminar una relación de pareja nunca es fácil. El dolor, las preocupaciones y los recuerdos siempre son cosas que se te vienen a la cabeza cuando pensamos en ella, y aunque seas tú la que terminases con esa persona que en algún momento fue la ideal, muchas veces de todas formas te sientes inestable. Mal que mal compartir la vida con alguien es maravilloso, y lo quieras o no te terminas acostumbrando a esa compañía.

Amo comer, amo las cosas dulces, las cosas saladas y las mezclas de ambas, por ello muchas veces me he visto comiendo por ansiedad, y todos sabemos que las situaciones como estas ¡vaya que nos provocan estrés y ansiedad! Pero terminar una relación no tiene que dejarte con unos kilos demás, si te animas podrás evitar caer en el irresistible helado de chocolate, o terminar como yo, tragándome casi por completo una barra de chocolate y llorando con Notting Hill.

Aunque últimamente me he dedicado más a bajar que a subir de peso, siempre he sido más de las del segundo grupo, y también se que son muchas son las que ganan unos kilos extra en este proceso de separación y en la etapa posterior a la ruptura, porque claro, cuando terminan contigo poco te importa como te vean los demás por un par de meses.

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De cualquier forma, aquí te damos algunos consejos para que el consuelo no lo encuentres en la comida, sino que en cosas que te hagan realmente bien y feliz. Aquí vamos:

Atención, atención, atención.

El consejo inicial es quizás el más obvio. El que seas consciente de que estás comiendo cosas que te hacen daño y te engordan, es el primer paso para alejarte de ellas. Si te ves tomando litros de gaseosas o devorando chocolates y helados, podrás hacer lo posible e imposible para no tener estos alimentos en tu despensa. Así eliminas la tentación y podrás recurrir a snacks y alimentos saludables.

Cuenta tus penas

Aunque suene obvio, muchas veces lo olvidamos y nos encerramos en nuestro dolor. El hablar de nuestras penas con amigos, familiares, psicólogos, etc, nos ayudará a expresar verbalmente nuestras emociones, a ordenar un poco nuestros pensamientos, alejarnos de la ansiedad por no saber cómo solucionar nuestra vida, y en definitiva nos hará sentir mejor. Aunque tampoco es bueno convertirse en una persona que no hable más que de problemas, siempre es bueno contar con las personas adecuadas para estos momentos.

Sal a disfrutar

Tercera cosa obvia que se nos olvida es realizar actividades que nos hagan feliz: quizás te guste ir al cine a ver una película, puedes bailar o escuchar buena música. Realizar algún tipo de deporte, en solitario o colectivo, tampoco parece ser una mala idea. Es ideal que encuentres una actividad que te haga sentir mejor y te aleje del pensamiento obsesivo que te lleva a la comida.

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Como ya ves, no siempre es fácil hacerle el quite a estas tentaciones, pero rodeándote de la gente ideal siempre podrás salir adelante y no caer en un círculo depresivo y de comida. No te darás cuenta lo rápido que sanarás para volver a conocer a nuevas personas.

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