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Escribir tu nombre en más de 140 caracteres

Quiero que sepas que lo que más me gusta es tocar tu mano y saber que eres real, y que lo que más me importa es que sea para siempre.

Quiero escribir una carta de amor, una de esas que después se vuelven historia. Una en la que hable de ti como el mejor personaje de mi vida. Pero no puedo. Ninguna de las cartas que escribo últimamente me parecen de esas que se escribieron los grandes amantes de la literatura, porque al parecer en ese entonces el amor no se resumía en un hashtag apretado y breve.

Hoy en día el amor se vuelve una actualización de «estado sentimental» en Facebook, pero la terrible frialdad de la red social primero nos da otras sugerencias. ¿Qué acaso no sabe que sólo hay una persona en nuestro corazón? ¿Realmente necesita darnos otras opciones?

Y entonces vuelvo a pensar, ¿te acuerdas de nuestra primera cita? Creo que Instagram no hubiera tenido el filtro perfecto para describir el color del corazón. Es más, creo que ni siquiera Instagram existía (menos mal).

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Temo pecar de cursi, pero el otro día pensaba que el amor ha cambiado con tanta tecnología y con tan poquitos caracteres. ¿Cómo no morirse de amor cuando ves que está «en línea» pero que no te habla a ti?

Todas esas tonterías y banalidades son las que me impiden escribir una carta de amor que se convierta en una auténtica pieza literaria, porque desafortunadamente todas esas «maravillosas» piezas tecnológicas, que supuestamente nos unirían más, han convertido al amor en un lamento infinito: «me dejó en palomitas azules», «le tuiteó a alguien pero no me ha respondido a mí», «no ha puesto que estamos en una relación».

¿Cuándo redujimos al amor a una simple actualización de estado? ¿Cuándo olvidamos que amarse era en carne propia, con el corazón en la mano y no con un teléfono «inteligente»?

Yo te quiero escribir una verdadera carta, con una pluma y mi letra a veces redonda, a veces cursiva. Quiero que sepas que lo que más me gusta es tocar tu mano y saber que eres real, y que lo que más me importa es que sea para siempre y no algo que tenga fecha de caducidad cada seis meses.

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