4 prácticas para reducir el estrés durante el día

Diariamente nos enfrentamos con momentos que representan un tipo de angustia, preocupación o estrés. Lo peor es que no distinguen horarios, bien pueden presentarse durante una junta importante o mientras te duchas. Por eso hay que considerar trabajar en nuestro estado de conciencia plena para que podamos ser capaces de reconocer, aceptar y dejar ir aquellas sensaciones y pensamientos del presente que no nos favorecen.

Es importante distinguir entre la meditación y la práctica de la conciencia plena, ya que a diferencia de la primera, no se requiere llegar a ningún nivel de iluminación o nirvana gradualmente, sino aceptar el presente y nuestra existencia en él como sea que parezca.

No importa si eres la persona más ocupada del mundo, estos ejercicios solo te llevarán 15 minutos al día. Los suficientes para atraer los beneficios de trabajar en la conciencia.

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Conciencia plena sobre tu respiración

1. Elige el momento y el lugar: camino a casa, en el trabajo, caminando, etc.
2. Presta atención a tu respiración y en algo simple, como en el movimiento de tu pecho mientras respiras, por ejemplo.
3. Mantente ahí durante 5 minutos y si surge algún pensamiento déjalo pasar y regresa a tu respiración.

Nota los cambios en tu respiración cuando dejas de enfocarte y llega un estímulo distinto a tu mente. Sólo nótalo, mas no lo juzgues.

¿Por qué funciona? Enfocarte en una sola sensación te ayuda a dejar de acelerarte con las mil cosas que tienes que hacer y pasan por tu cabeza. Además, la conciencia sobre tu respiración te permite hacer inhalaciones más profundas y lentas para alcanzar un estado de relajación rápidamente.

Conciencia plena al comer

1. Elige un momento para comer en el que no necesites socializar.
2. Come lento. Concéntrate en cada sensación que experimentas con el olor, la textura, el sabor y el sonido de la comida.
3. Date la oportunidad de disfrutar tu momento con la comida, apreciando cada bocado y lo que produce en tu cuerpo.

Poco a poco sé más consciente de todo lo que implica el sentarte a comer: la sensación de hambre, salivación y digestión.

¿Por qué funciona? Porque al concentrarte en una actividad que normalmente haces por instinto te da la capacidad de desplazar tus preocupaciones. Comer lento ayuda a tu cuerpo a mejorar la digestión y evitar la sensación de empacho.

Conciencia plena sobre el cuerpo

1. Busca un lugar en el que puedas sentarte cómodamente sin ser distraída.
2. Encuentra una posición cómoda y cierra tus ojos. Enfoca tu atención en los pies.
3. Haz un escaneo completo de tu cuerpo empezando por los dedos del pie, talón, espinillas, rodillas, etc., hasta la cabeza.

Si notas ansiedad o incomodidad, no te frustres. Acepta la sensación tal como es y regresa sutilmente a la respiración dejando pasar cualquier emoción sin retenerla o juzgarla.

¿Por qué funciona? Porque durante el escaneo pueden resaltar malestares que habíamos dejado pasar antes, si percibes algún dolor, toca suavemente esa parte de tu cuerpo mientras respiras profundamente exhalando la tensión.

Conciencia plena sobre las emociones

1. Encuentra un momento y lugar cómodos para sentarte sin ser interrumpida.
2. Cierra tus ojos y presta atención a las emociones y sentimientos que tienes en ese momento.
3. Observa estas emociones abiertamente sin juzgarlas ni evadirlas, solo reconócelas. Si en el camino te angustias o sientes temor, solo regresa suavemente a tu respiración.

Intenta separar las emociones de los pensamientos para dar a cada una el lugar que corresponde. Esto te ayudará a ser más objetivo con lo que percibes y a priorizar lo que sucede en tu interior.

¿Por qué funciona? Porque estamos siendo más objetivos al momento de elegir las emociones que nos agobian o nos merecen atención y esto evita que nos dejemos llevar por las negativas.