Lo que puede estar interviniendo en tu deseo sexual

El deseo sexual no es algo fijo o establecido. Desde la primera menstruación, el cuerpo comienza a cambiar y va evolucionando dependiendo de la etapa de la vida en que se esté.

Comúnmente, se cree que el mejor momento de la vida para disfrutar de la sexualidad es la juventud, sin embargo, hay muchos adultos mayores que aseguran que nunca habían tenido tan buen sexo como el que están teniendo en la vejez.

¿Qué es, entonces, lo que determina el deseo sexual? Claramente, cuando somos jóvenes, tenemos cuerpos más vigorosos, con más energía y más resistencia al esfuerzo físico.

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Pero el sexo no sólo es eso; la sexualidad no tiene que ver únicamente con lo físico, sino con las sensaciones que el otro provoca, las emociones que recorren la mente y el cuerpo.

Así como un adulto mayor puede tener problemas en su deseo sexual, también los puede tener una persona muy joven. Hay varios factores que pueden empeorar el deseo sexual, algunos tienen que ver con lo físico y otros con el estado emocional de la persona.

Lo siento, hoy no tengo ganas

El estrés es uno de los principales asesinos de la libido. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo recibe señales de alerta; la mente dice que hay peligro y el cuerpo se prepara para enfrentarlo.

En este estado, el cuerpo y la mente rechazan la idea de agregar una cosa más a la lista de deberes y obligaciones. A la hora de tener sexo, estamos tan cansados que lo único que queremos es descansar, aunque sepamos que una de las mejores curas para el estrés es el sexo.

La inseguridad también gatilla un bajo deseo sexual. ¿Cómo vamos a tener ganas de involucrarnos con alguien sexualmente si ni siquiera creemos que podemos atraer a esa persona?

De la mano de la inseguridad, está el resentimiento. Puede ser por una pelea que tuvieron en la mañana o porque tu pareja no hizo lo que tú querías que hiciera. Guarda resentimiento y definitivamente tendrás que despedirte del deseo sexual, a no ser que lo dejes ir.

Lo último, pero no por eso menos importante es el descanso. Es prácticamente imposible que tengas energías para tener un momento íntimo con tu pareja si duermes apenas cuatro horas cada día. ¡Relájate y descansa!