Empezaban a bajar las temperaturas y, como todos los años, la luz del día también duraría cada vez menos. Sin embargo, el Gobierno de Chile decretó que para este año, no habría cambio de horario, o sea, los chilenos seguiríamos funcionando bajo el horario de verano.
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Una vez que llegó el otoño, las quejas comenzaron a surgir; que hay muy poca luz en la mañana, que los niños llegan al colegio a oscuras y que despertarse era mucho más difícil cuando al abrir las cortinas, no parecía que fuera de día.
Basándose en esto, Laborum.com elaboró una encuesta para definir cuáles son los reales impactos de que estemos viviendo con horario de verano en los meses más fríos del año.
Según extractos de los resultados de esta encuesta publicados en La Tercera, un 59% de las mujeres dicen sentirse más cansadas, menos productivas y más desconcentradas, a diferencia de un 44% de los hombres que también declararon sentirse afectados con esta dinámica horaria.
Mirando el lado positivo, la mantención del horario de verano evita que muchas personas circulen a oscuras luego de la hora de salida de sus trabajos, pero también perjudica a los que se levantan más temprano por la mañana.
En la nota de La Tercera, la gerenta general de Laborum.com, María Angélica Zulic, explica por qué este horario afecta más a las mujeres que a los hombres:
No digo que los hombres no cumplan un rol, pero a la mujer le afecta más por la poli-funcionalidad que cumplen en las mañanas, en especial si son mamás y por el tema del colegio.
Otro de los factores que afectan son, por ejemplo, el cambio de temperatura. Esto hace que cueste más empezar el día y que estemos menos ágiles, sobre todo si afuera aún está oscuro.