Moda y Belleza

Accidentes de belleza que todas tuvimos que enfrentar en la adolescencia

Todas queríamos vernos bonitas, pero a veces no sabíamos bien lo que estábamos haciendo y los resultados eran un poco vergonzosos.

Si hay una etapa extraña en la vida, es la adolescencia. Es ese periodo entre la pubertad y la adultez por el que todas tenemos que pasar, esos años en que no somos ni niñas ni mujeres, tal como lo decía la querida Britney Spears en su canción “I’m not a girl, not yet a woman”.

Durante esta etapa vivimos muchos cambios físicos y emocionales. Al mismo tiempo que lidiamos con los cambios hormonales y el acné, tenemos que empezar a definir qué queremos hacer en la vida y qué es lo mejor para nosotras. ¡Qué agote!

Uno de los temas clave en este periodo es la belleza. Cuando crecemos, empezamos a tomar conciencia de nuestro aspecto y nos comparamos con las demás chicas todo el tiempo.

Recomendados

Si una de tus amigas tenía el cabello liso y largo, lo más probable es que tú también querías tenerlo así porque eso hacía que los hombres se fijaran en ella. Lo mismo pasaba con la ropa; aunque pareciera que vestíamos un uniforme, no importaba porque eso es lo que estaba a la moda, había que usarlo.

Si fuiste adolescente y mujer, lo más probable es que te sientas identificada con todos estos “accidentes o errores de belleza” que todas cometimos alguna vez para vernos más bonitas. Claramente, a veces no nos resultaba todo como queríamos.

Creerte tu propia peluquera

“¿Sabes?, hoy me voy a cortar el pelo yo misma”. Lo más probable es que el resultado de esa visionaria decisión haya sido desastrozo, y si no lo fue, es porque tienes talento. No había nada peor que tratar de hacerte tu propio flequillo y terminar con millones de pelos de distintos largos. Lo más irónico es que una vez que crecía, lo volvíamos a hacer.

Probar tu vocación de diseñadora de vestuario con prendas ajenas

Siempre he sido creyente de que en lo ajeno reina la desgracia, o al menos así me ha pasado. Una vez fuiste capaz de coser un botón, y al otro día le ofreces a tu amiga arreglar su vestido favorito para poder usarlo tú. ¿Qué pasó? Tu amiga tuvo que comprarse un vestido nuevo.

Sesiones de depilación fallidas

Tenía que llegar ese bendito día en que decidiste depilar tus cejas. Empezaste de a poco, te emocionaste más de la cuenta y al terminar, te das cuenta de que tus cejas se parecen a las de tu abuelita. Para qué hablar de las reiteradas quemaduras con cera, ¡auch!

Ponerte autobronceante por primera vez la noche antes de esa gran fiesta

Ahora que somos más grandes, sabemos que el autobronceado requiere de tiempo y dedicación. No basta con tomar el producto, aplicar la mitad de la botella y esparcirlo “así nada más”. Al fin y al cabo, amanecer como una calabaza o un perro dálmata es mucho peor que estar un poco más pálida

Usar los maquillajes de tu mamá a escondidas

Lo más probable es que te hayas maquillado excesivamente, y que hayas roto uno que otro maquillaje de tu mamá. Antes no existían tutoriales de maquillaje, así que con un poco de imaginación, nos podíamos convertir en súper modelos, o en el Guasón.

Tags

Lo Último


Te recomendamos