Vivir en grandes ciudades tiene sus pros y sus contra. Los que tienen alma de cosmopolitas se sienten a gusto en localidades muy pobladas; mucha gente, muchos lugares donde ir, movimiento y diversidad.
Sin embargo, vivir en los grandes epicentros o en las capitales también se traduce en más contaminación y peor calidad del aire, entre otras cosas. Cuando hay mucha contaminación, la salud empeora y es muy importante que ayudemos a nuestro cuerpo a soportar de mejor forma estas condiciones ambientales.
Además de evitar el cigarrillo y privilegiar el deporte puertas adentro, una buena alimentación puede ser efectiva para fortalecer el sistema inmunológico, y el organismo en general, de todas esas sustancias tóxicas que hay en el aire.
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La clave es elegir alimentos ricos en antioxidantes que contrarresten el efecto de la contaminación. Alejandra Espinosa, nutricionista de la Clínica de la Doctora Carmen Moren, recomienda varios alimentos que pueden ser muy efectivos para protegernos de los radicales libres, moléculas que aceleran el envejecimiento.
Consumir ajo, perejil, cilantro, cebolla, frutos secos, membrillo, calafate, palta, aceitunas, pomelo, brócoli y tomate, entre otras cosas, puede ayudar a combatir los efectos nocivos de la mala calidad del aire.
Las frutas también son muy importantes en este sentido; lo ideal es comerlas con la cáscara, ya que ahí es donde se encuentran vitaminas y antioxidantes valiosos para el mantenimiento de un sistema inmunológico fuerte.
Si la contaminación produce irritación de los ojos y mucosas, el agua puede ayudar a la hidratación, y tomarla de forma constante también influye positivamente en la calidad y salud de la piel.