Hace muy poco hubo un referéndum en Grecia. Intuyo que la mal llamada “crisis griega” ni se entiende ni importa mucho al resto del mundo aunque se trate de una crisis europea y que afectará de varias maneras distintas al resto del mundo.
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Pero como no hay mal que por bien no venga… quiero hablarles del último héroe que esta situación ha elevado para goce y deleite de todos los que tenemos ojos, oídos y cierta debilidad por la belleza y la inteligencia unidas.
Se trata de Yanis Varoufakis. Hasta hace nada era el ministro de finanzas griego, pero ya les digo yo que es mucho más que eso.
Ante la escasez de líderes inteligentes, formados, fornidos, atrevidos, valientes y guapos, Varoufakis brilla con esplendor por este lado del mundo y estoy segura de que será (si es que no lo es ya) un icono a nivel mundial.
A los dos días de ser nombrado ministro se plantó en la sede de la Unión Europea para decir las cosas que pensaba y, de paso, llamar terroristas a los máximos jefes de las entidades que controlan la economía europea.
A partir de ahí, ha sido todo portadas, titulares y fotos con capa de héroe o villano, según la ocasión.
Yo personalmente estoy encantada con la idea de Varoufakis y con Varoufakis mismo.
Un hombre con una educación exquisita, que ha dado clases de economía a lo largo y ancho del mundo como doctor en la materia, pero que además se ha mantenido muy cercano al mundo del arte, la literatura, muy activo en redes sociales y con estilo para vestir. ¡Vamos, un diez!
Tiene 54 años muy bien llevados y su sonrisa desafiante y cuerpo esbelto lo convierten en todo un sex symbol.
Sé que no faltará el que me diga que es el peor de los enfoques, pero mira, es que no estoy hablando de un hombre como si fuera un pedazo de carne. Todo lo contrario. Digo que para resultar así de atractivo, lo que cautiva son justamente todas sus cualidades juntas.
Eso es lo que hace de este griego un personaje de culto y admiración. Que reúne todo lo que nos gusta y nos encanta sin tener que mostrar abdominales al viento.
Tiene un aspecto muy cuidado, sí, es cierto, pero sin todo lo que respalda su figura pasaría inadvertido.
Lo que lo hace sexy es su capacidad para decir lo que piensa, y que piensa cosas muy coherentes. Que, además de ir en moto, va de frente y dice lo que nadie se atreve a decir. Que además de listo es consecuente y cuando las cosas no son lo que él pretende, se baja del escenario circense.
A mí me parece guapo, es cierto, pero cuánto guapo no hay por ahí en lo más alto de las cumbres de la admiración sin tener más argumento que una cara de niño lindo y pelo rubio.
En cambio Yanis… Yanis es guapo y sin un pelo de tonto y eso es lo que lo hace más apetecible que el yogur.
Porque es un hombre con el cerebro bien puesto ¡y los cojones también!