4 cosas que te ayudarán a enfrentar grandes cambios

Todo cambio trae algo bueno aunque a veces no podamos apreciarlo de inmediato. Mudarnos, cambiar de trabajo, casarse o decidir por una carrera distinta, son decisiones serias que se transforman en una moneda que vuela y gira en el aire. Todos esperamos que caiga en la cara a la que le apostamos, pero ¿qué pasa cuando cae en el lado equivocado?

Para lidiar con lo que simplemente no esperábamos que sucediera, hay que prepararse desde antes. Para esto es necesario hacer una autoevaluación constante y así valorar todas las posibilidades que puede tener una decisión. No se trata de entrar en paranoia, pero sí de prepararnos para estar listos ante cualquier cosa que nos suceda aunque quizá no nos agrade tante.

Ningún trabajo es perfecto, ni las relaciones

Creemos en la idea de que en algún lugar del mundo se esconde la perfección y debemos buscarla incansablemente para encontrar la felicidad. No estamos satisfechos hasta que todas las piezas encajan.

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Hay una gran verdad sobre esto y es que ningún trabajo o persona, por muy bueno que te parezca, son perfectos, y siempre habrá un precio que pagar. Si quieres ganar más, debes trabajar más. Si quieres más libertad, debes comprometerte con tus responsabilidades. Si quieres algo más fácil, prepárate para el aburrimiento.

Todo tiene sus pros y contras. Por más amor que sientas por alguien o te encante lo que haces, habrá días malos en donde ya no puedas continuar más. Pregúntate qué es lo más importante para ti en todos los aspectos y busca lo que se acerque más a ello.

Muchas veces serás tú el del problema

Si las cosas no salen bien, lo más probable es que comiences a buscar culpables. De pronto es sano voltear hacia uno mismo antes de hacerlo con los demás. Es un hecho que habrá factores externos que influyan en nuestros problemas, pero es necesario tomarlo con calma antes de tomar cualquier decisión drástica.

Siempre que puedas, haz una primera prueba

A veces tendrás la oportunidad de hacer una prueba antes del paso definitivo. No pierdas la oportunidad de hacerlo cuando se presente, ya que es una manera de constatar que tu elección es la correcta.

Recuerda siempre tu por qué

Trata de dejar tus impulsos a un lado y pensar siempre en el origen de tus acciones, ¿qué te motiva y te inspira? Haz una lista de tus deseos y ten siempre claro por qué haces lo que haces.

Cuando en la mayoría de tus introspecciones en un momento de transición son de duda, lo mejor es que te detengas un momento y medites sobre la decisión que has tomado. Recuerda que nunca es tarde para cambiar de dirección siempre y cuando tu corazón se sienta más aliviado con ello.