El amor a los animales es algo con lo que se nace , pero también se construye y se aprende a quererlos y apreciarlos por lo que son.

El sólo hecho de tener una mascota es un acto de amor por sí mismo, puesto que es una gran responsabilidad hacerse cargos de ellos, cuidarlos, brindarles alimento, atención médica, entre otras obligaciones que pueden parecer un sacrificio para muchos, pero es lo básico que podemos hacer en comparación con lo mucho que nos entregan.

Pero más allá del cariño que entregan los animales, muchas veces no nos damos cuenta de los detalles, pasan desapercibidos ante nuestra agitada vida o simplemente los ignoramos porque pensamos que son conductas propias de un animal que convive con un ser humano.

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Si aún no tienes mascotas, nunca tuviste o tienes una pero aún te sientes triste, entonces te invitamos a descubrir algunos momentos que nos entregan las mascotas, según una lista realizada por el medio Mind Body Green , que de seguro te ayudarán a vivir desde otra perspectiva:

Aprecia los momentos…aunque sean los más tristes

Ver a tu mascota enferma puede ser un desgaste emocional tremendo, dependiendo del tipo de dolencia que tenga. Entre las idas al veterinario y cuidarlo constantemente, la situación puede ser muy agobiante, más aún cuando vemos a nuestros animales sufrir.

Sin embargo, entregar cariños, acariciarlos, hablar con ellos y observar sus ojos de agradecimiento, son momentos únicos en la vida donde se muestra el amor más puro.

Por más que la gente no sienta este tipo de sentimiento con los animales o crea que las mascotas son incapaces de tener sentimientos, están muy equivocados. Los animales son seres sintientes y ellos saben que nos preocupamos por ellos y logran darse cuenta cuando expresamos nuestro amor.

La rutina puede ser maravillosa

Despertar, dar comida a tu perro, irte de tu casa, trabajar, volver a la casa, ver a tu perro, alimentarlo, pasearlo e ir a dormir. Para muchos, esto puede ser la rutina más asfixiante de todas, te sientes miserable y tu perro termina también deprimido.

Lo peor es que no cambias nada, sigues haciendo lo mismo todos los días sin disfrutar el momento y el perro continúa triste y solo durante todo el día.

Si te sientes identificada, es hora de que cambies tu visión de la vida. Disfruta cuando tu mascota te despierta para ir a trabajar, convérsale  -aunque no te entienda nada pero sí reconoce los tonos de voz cuando estás enojada o demuestras su amor por él- organiza más paseos, hazle juguetes y, por sobretodo, aprecia cuando salta desenfrenadamente cuando llegas a tu casa cansada.

Aunque veas que hace un desastre en tu hogar o sientes que está exagerando, esos son demostraciones de que te quiere tal como eres.

Las mascotas te piden más y más cariños

Los animales pueden demostrar su afecto de diferentes formas para captar tu atención. ¿Te has dado cuenta que cuando estás sentado en el computador siempre se ponen al frente tuyo o colocan su pata en tus piernas?

Esto es porque quieren tu atención y quieren estar contigo, mientras tú te lo pasas en el computador como si no hubiera nadie más en este mundo.

Es hora de que demuestres tus afectos, hazle cariño en su lomo, dale besos, juega de vez en cuando con tu mascota o despégate algunos minutos del computador o la televisión para ir a dar un paseo o para hacerle un masaje en su cuerpo peludo.

Verás como te lo agradecerá y podrás sentirte feliz entregando cariño y amor.

No lo juzgues y verás que todo tiene una explicación

Llegas a tu casa y ves cómo un huracán invadió tu inmaculado hogar. Además de limpiar y ordenar, regañas a tu mascota como si lo hubiese hecho a propósito, como si su único plan fuera hacer tu vida miserable.

¡Déja de regañarlo como si fuera un humano! Además de que tu mascota no comprenda nada de tu enfado y se sienta triste porque le has gritado, no puedes resistir esa mirada de  inocencia que sólo puede demostrar tu compañero peludo.

Deja tu rabia de lado, ordena el desastre y no lo le grites más. Comprende que esto lo hace para llamar tu atención y para que le hagas más cariño.

Los animales nos enseñan a dejar el orgullo de lado y empezar a vivir sin tantas preocupaciones.

¡Vive con simpleza!

No necesitas tener una vida de lujos para ser feliz.

Será tan simple como observar una mirada de tu mascota, un sofá desgastado, los lengüetazos sorpresivos, las pelusas y pelos que deja en tu ropa o simplemente esperar durante todo el día su saludo cuando sienta tus pasos.