De vez de cuando me pregunto de quién habrá sido la “brillante” idea de que las mujeres se tienen que sacar los pelos. El tema no sólo tuvo que ver con algo estético, sino que con la instauración de las nuevas modas que liberaban a la mujer y que dejaban de castigarla por mostrar los brazos y los tobillos, pero que el fondo, fue una liberación parcial.
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Aunque no lo crean, la depilación no siempre fue cosa de mujeres. En la época de la prehistoria, específicamente en el período Neardenthal, los hombres usaban piedras filosas para eliminar el vello, ya que eso los hacía menos vulnerables ante animales peligrosos.
Los griegos instauraron esta costumbre con mayor solidez, principalmente por su obsesión con lo estético, sin embargo, los primeros métodos para rasurar se inventaron pensando en los hombres y recién en 1960, se creó la cera depilatoria que usamos hoy en día.
Retomando la idea anterior sobre la ropa y la depilación, las mujeres tuvieron que pagar un precio —totalmente injustificado— por querer mostrar algunas partes de su cuerpo. Porque, ¿cómo vas a usar un vestido sin mangas con la axila con pelos? Olvídalo, esa es tu opción, la tomas o la dejas.
¿A quién podemos culpar de todo esto? Es difícil saberlo con certeza, pero claramente, el hecho de que las mujeres mostraran más fue una nueva oportunidad de negocio para muchos: comercializar algo que las hiciera esclavas de lo estético era lo mismo que tener un árbol de dinero.
En su tesis publicada en 2007, Kirsten Hansen (Universidad de Columbia) habla sobre los cambios en la percepción que la misma mujer tiene con su cuerpo y el punto de quiebre entre la visión de que el vello es normal y la que dice que es algo sucio y anti estético. En 1920, todo cambió.
No me interesa lo que me vendas, quiero ser yo misma
Aunque lo tenemos totalmente internalizado, están pasando cosas. No se trata de rebeldía, sino que de la conciencia sobre lo que quieres o lo que necesitas, sin que los medios, las revistas o la publicidad te tengan que mostrar el camino.
Con las redes sociales, se eliminaron —parcialmente— los intermediarios. Es gente común y corriente que tiene una plataforma para mostrar las cosas desde su propia perspectiva, y dentro de ello, entra la idea de la depilación como algo impuesto, que no tiene por qué ser internalizado arbitrariamente.
¿Por qué las mujeres tenemos que aguantar la axila llena de pelos de un hombre que está con su brazo al lado de nuestra cara en el transporte público y nosotras nos escondemos porque tenemos un poco más crecidos los vellos de las piernas?
Es ilógico, más aún si consideramos que cada vez que nos depilamos, sufrimos y bastante. Madonna fue una de las primeras que se atrevió a mostrar sus pelos en público, pero todos lo aceptaron sólo porque es Madonna.
Ahora, Miley Cyrus y Lady Gaga publican fotos de sus axilas velludas, y sus fotos tienen millones de likes. Si quieres hacerlo por moda, es tu tema. Si te gusta estar depilada porque eso te da más confianza, está bien. Lo que tienes que saber, es que con esta apertura de conciencia, llega la libertad y como es tu derecho ser libre, puedes hacer lo que te parezca correcto.