El mundo de los perfumes es un poco misterioso. Personalmente, me encantaría saber cómo alguien logra crear mi olor favorito y lo que también me intriga, es esa sensación que nos producen esos aromas, los recuerdos que nos traen y las personas a las que los asociamos.
Pero hablando más de la técnica, lo que sí podemos identificar más fácilmente es que hay dos tipos de fragancias: el eau de parfum y el eau de toilette. El primero, suele ser más caro y de mejor calidad, y el segundo, dura un poco menos y tiene menor adherencia.
¿Qué cambia en su fórmula para que uno sea distinto al otro? Como se muestra en esta infografía de Lifehacker, todo depende de la concentración pura o del porcentaje de fragancia que cada producto contenga.
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Por ejemplo, los perfumes más caros y de mejor calidad, suelen tener desde un 15% a un 20% de concentración, es por eso que duran más en tu piel. Se supone que las fragancias que están hechas con más aceite tienen mayor adherencia.
Las que tienen menor concentración de perfume, más agua y alcohol, se desvanecen en unas horas y es ahí cuando te arrepientes de no haber invertido un poco más en un perfume de mejor calidad. Pero si quieres algo mejor, está el perfume puro.
Es de esos que es muy difícil de conseguir, como los que preparaba el protagonista de El Perfume. Por lo general, el mercado ofrece eau de parfum como un producto que asegura calidad.