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Daniel Hidalgo: “Es complicado trabajar con mujeres pero también es súper gratificante”

Conversamos con el escritor de Canciones Punk para señoritas autodestructivas para conocer qué lo apasiona de su carrera.

Daniel se muestra sereno y confiado, pues a solo días de comenzar un nuevo año lectivo,y esta vez como profesor jefe de un cuarto medio, está tranquilo en el colegio donde trabaja hace más de un año. Escritor de media jornada y docente 24/7, se nota contento por cómo se ha encauzado su carrera profesional.

Conversamos con el  profesor de lenguaje de liceo técnico femenino cercano a barrio Yungay y escritor de Canciones Punk para señoritas autodestructivas (Das Kapital) y Manual para robar en un supermercado (su último libro de Hueders), para conocer qué es lo que lo apasiona de la escritura y la enseñanza.

¿Cómo ha sido tu vida laboral?

Trabajé en un 2×1 antes de salir de la universidad y después entré a un colegio municipal, fui colega de mis profesores en el colegio Alfredo Nazar Feres de Playa Ancha y ahí encontré a Marío Pavez, mi referente en el colegio que trabajé un año.

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De ahí vine a Santiago a estudiar un magister y trabajé en diferentes universdades, pero el perfil es medio inestable porque no sabes cuánto tiempo tendrás plata más alla de 6 meses de contrato.

Volví a Valparaiso a trabajar en el Insituto Superior de Comercio y luego en Viña del Mar en dos colegios pitucos que prefiero no nombrar y eran  reemplazos. Me la llevé mucho tiempo en reemplazos porque cuesta mucho encontrar pega siendo profe joven. Llegué hace un par de años a Santiago y ahora es lo más estable que tengo en el colegio actual.

¿Cómo es el ambiente de la relación entre docentes?

Es complicado, pero a mi me gusta estar en esa trinchera porque es un trabajo de obrero, un obrero de la educación y me gusta porque hace que me ensucie las manos, en ese sentido la pega del profe es bien ninguneada y a veces el profe también se compra un poquito el cuento, la insatisfacción le permite ser un mal profesional en su área, es súper común ver malos profesores, yo los entiendo y los defiendo porque imagina, la paga es miserable, el trato es miserable, las cargas horarias son excesivas, es un trabajo muy humano, por eso lo admiro mucho más allá de la relación interna entre docentes.

Específicamente en tu relación con las alumnas, ¿cómo es trabajar solamente con mujeres?

Es complicado trabajar con mujeres, pero también es súper gratificante. Las mujeres tienen un lenguaje distinto al de los hombres, pero también mucho más desarrollado a esa edad, son súper críticas y súper inteligentes, tienen la mira muy puesta sobre lo que quieren, de hecho me ha gustado tanto que ya no quiero trabajar más con hombres.

Ha sido un desafío trabajar con mujeres y me ha ayudado a mejorar como profe, porque además son lectoras, así que súper buena experiencia.

Frente a tus libros, ¿cómo comenzaste en la literatura?

Mira, yo partí chico pero no haciendo literatura, sino que me interesaban los comics y había una ola de moda en la década de los 90′ y aún soy fanático de los superhéroes, ahí con amigos empezamos a hacer comics, a los 11 años más o menos.

La segunda experiencia fue más periodística cuando en el colegio me dejaron a cargo del diario mural, ahí el diario era casi como una instalación artística.  Ya fuera del colegio, me puse a estudiar castellano porque mi mamá quiso que yo estudiara castellano, asi bien mamón.

Mi mamá era la tía de las fotocopias de la Universidad de Playa Ancha y ahí los cabros me prestaban libros y yo solo leía. En segundo año de castellano me puse a escribir y había un concurso, escribí la cuestión y me gané ese concurso. Me gustó la idea de la satisfacción, como de sentirse reconocido un poco contando algo súper personal, aunque en ese tiempo no contaba cosas muy personales.  Fue un cuento muy breve y de ahí me puse a escribir.

Me acuerdo que salio el tema de los blogs, y así me gané un par de premios, me gané el primer Bolaño en la categoría cuento. Acumulé una especie de maletín con material y que finalmente se publica como el Canciones punk para señoritas autodestructivas, pero eso ya fue en la universidad, no fue de niño la relación con la literatura.

¿Tienes nuevos proyectos?

Barrio Miseria fue el primero de mis libros, me demoré 5 años hasta que salió Canciones punk para señoritas autodestructivas y otros cinco años al Manual para robar en el supermercado, que salió hace muy poco. En ese sentido no me apresura mucho escribir en realidad, no padezco esa ansiedad de publicar todos los años, entonces si me preguntas si tengo otros proyectos, sí tengo un par de volúmenes en construcción.

El último de los libros de Daniel, Manual para robar en un supermercado, se publicó en el 2016 en la editorial Hueders y ya está disponible para que puedas comprarlo en diferentes librerías del país.

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