Actualidad

Karen Uribarri, Sex blogger: “El pasado sexual es de cada uno y no debería ser tema de conversación”

Hablar de sexo como algo que no sonroja, no agrede y no violenta. Esa es la idea de la creadora de Sexo Sentido, aterrizar el sexo y desmitificarlo.

“El mejor gancho comercial, apela a tu liberalidad. Toca tu instinto animal, rozando la brutalidad”. Era 1985 y mientras Chile vivía social y políticamente dividido, “Los Prisioneros” hablaban del sexo en uno de sus temas más populares y exitosos.

El objetivo de la canción era provocar, pero también trataba de ser realista: el sexo se compra, se vende, se arrienda y se ofrece, aunque muchos se avergüencen de admitirlo. Esto fue en los años 80, pero ahora que estamos en el 2016, el sexo sigue siendo el gancho comercial, pero ese concepto quiere desmarcarse de la brutalidad que planteaba Jorge González.

Eso es lo que pretende Karen Uribarri, que hablemos del sexo como algo mucho más amplio que la penetración, como algo con sentido, o para ser más precisos aún, del Sexo Sentido. Ella es periodista, pero decidió especializarse en sexualidad, obteniendo un Diplomado en esa área y también, en Terapia y Consejería Sexual. O sea, sabe de lo qué está hablando.

Recomendados

En un Internet que endiosa a las fashion bloggers, a las gurúrs del fitness y los fanáticos de la comida en Instagram, Karen se auto define como sexblogger, pero tampoco hace alarde de eso. Se dedica a lo suyo, da consejos prácticos a través de cápsulas de video y escribe columnas sobre relaciones reales, sin prejuicios o estereotipos.

– Me parece que los chilenos somos conservadores y que esa idealización del sexo tipo película porno nos aleja del placer. ¿Por eso comenzaste con Sexo Sentido?

Comencé a escribir de sexo por casualidad hace 12 años y me enamoré de sus alcances. Sexo Sentido nació después, hace 5 años, cuando quise reunir todo lo que escribía en un solo lugar. Y, paralelamente comencé a estudiar para que mis argumentos tuvieran real validez. Fue así como me especialicé en Sexualidad Humana y en Terapia y Consejería Sexual.

La esencia de Sexo Sentido es educar, es llevar el tema a la mesa, es que podamos hablar con la pareja con fundamentos, que profundicemos y que conozcamos más aristas de éste. Quiero desmitificar el sexo, aterrizarlo y hacerlo amigable.

Quisiera poder borrar los estereotipos, los carteles que se le cuelgan a las parejas o ex parejas producto de un buen o mal sexo… y comenzar a disfrutarlo más humanamente y menos animal. De allí el nombre de mi blog, es sexo CONSENTIDO Y CON-SENTIDO. Tras un sexo con respeto, con sentimiento (que no necesariamente tiene por qué ser sólo amor… puede ser cariño, afecto, amistad), pero sobre todo, informado.

Siempre concebí a Sexo Sentido como el blog de sexualidad que puede leer mi hijo, mi hermano, mis padres, mis abuelos. No sonroja. No agrede. No violenta. Tiene el lenguaje y las imágenes que necesita. Pero, sobre todo, tiene información que ayudará a todos.

– Desde que somos niñas, a las mujeres se nos enseña a reprimir el placer: aprendemos sobre el útero y la vagina, pero las clases de biología jamás mencionan al clítoris y el hecho de que el sexo es placentero. ¿Cómo se refleja eso en la vida sexual cuando somos adultas? 

Nuestra sexualidad está definida por múltiples factores: paradigmas familiares, creencias, cultura, religión, ambiente social, etcétera. Todas ellas nos ‘empujan’ de alguna u otra forma a vivir la sexualidad de cierta manera.

Además, la sexualidad en Chile -como bien dices- no se bien educa. Nos enseñan a cómo no quedar embarazadas (enseñanza que además falla mucho) y listo. La sexualidad pareciera que en Chile sólo es para reproducirnos. Curioso.

Pero creo que la generación actual está sacándose esos velos y abriendo los ojos. Tiene curiosidad (quizás mucha) y lee más, investiga, pregunta, prueba, juega. Y aunque podrían haberse ido al otro extremo en muchos casos, al menos se movieron del punto en el que estábamos.

Pues la generación que hoy tiene 40-50 años, ya perdimos en este juego… Cambiar el formato a esta edad es más complicado y requiere trabajo terapéutico al menos. Y de ahí para arriba, creo que algunos lograron romper esto y, quizás, como sienten que no tienen nada que perder, han comenzado a explorar más.

Si nos miráramos más y nos detuviéramos un segundo a sentirnos, nos emocionaríamos de lo maravilloso que puede ser nuestro cuerpo y lo que puede lograr.

– Lamentablemente, todavía estamos un poco perdidos. Se piensa que el que no tiene sexo es frígido, que el que tiene mucho es promiscuo. No logramos llegar a ese equilibrio y eso nos frustra. Por nuestra parte, las mujeres tememos decir el número de parejas sexuales que hemos tenido, por miedo a que nos tilden de “cartuchas” o “maracas”…

Creo que esto depende de la edad. A los 20 quizás sí. A los 35 ya da lo mismo. Nos permitimos ser nosotras mismas y al que no le guste, pues que siga su camino.

Y, asimismo, pienso que los hombres de estas mismas edades piensan de modo similar. Un hombre de 30 años no puede esperar encontrar a una virgen en su vida y probablemente, por lo mismo, quizás hasta le aburra una mujer que tras la tercera salida no acceda a encuentros más íntimos.

No está para cuentos ni juegos de tira y afloja. Y uno de 20 aspirará a ser el primero o a lo más el segundo, pues su autoestima no toleraría siquiera la posibilidad de ser comparado con los anteriores amantes.

Ahora bien, existen grupos socioeconómicos en Chile que probablemente rechacen de cuajo una mujer más libre en su sexualidad y preferirán, a la hora de casarse, una que más conservadora y recatada. Todo depende.

Si me preguntas a mí… el pasado sexual es de cada uno y ni siquiera debería ser tema de conversación. Es parte de la intimidad y la historia personal. No todo debe contarse en la pareja. Hay partes de la vida que son sólo de una y que transmitirlas pueden dañar innecesariamente al otro. No suman.

– En ese sentido, siempre ha existido esa idea de que el hombre cataloga a la mujer: está la que es “para casarse” y con la que “lo pasa bien”. Irónicamente, cuando ese hombre se casa con ella, porque considera que no es “maraca” ni cartucha”, exige tener una vida sexual de ensueño, o sino la busca en otra parte. ¿Cómo empezar a deshacernos de esas creencias?

Creo que partiremos deshaciéndonos de esas creencias cuando de verdad entendamos que no podemos generalizar. Hay mujeres que creen esto que describes y hay algunos hombres que son como dices. Pero honestamente no creo que sean la gran mayoría.

Hoy por hoy, así como ellas quieren disfrutar más libremente del sexo -y en algunos casos hasta lo exigen-, hay hombres que se sienten sobre exigidos por mujeres dominantes y empoderadas (término tan de moda últimamente).

Pienso sinceramente que la sexualidad se forma y reformula en cada relación de pareja. Se co-crea. Y creer que individualmente resultarás el mismo tipo de amante con cualquier pareja, es estar muy lejos de la realidad.

Cada pareja es un mundo y cada encuentro sexual también lo es. Lo importante es que no se oculte el tema, que se converse con altura de mira y como dupla, como partners, se avance a mejorar cualitativamente el encuentro sexual. Ah, y sobre lo de buscarse a otra… si quieren hacerlo, lo harán con o sin buen sexo en casa. El tema es otro ahí.

– Hablando con amigas, siempre llegamos al punto de conversación polémico: ¿hay que ser la “canalla” como dijo Natalia Valdebenito en su rutina de Viña, para tener la relación con el hombre que quieres?  Y la que no quiere ser la canalla, ¿se resigna? 

Si te gustó el tipo que pololea con alguien… yo voto por jugársela. A veces se extienden demasiado los pololeos que no van a ninguna parte y que lejos de ser la pareja perfecta, no terminan por factores externos, como no romper con la familia y amigos, no quedarse solo, porque les cuesta romper historias o generar cambios, etc.

Si te gustó alguien casado… voto por pasar. Creo en el matrimonio y la familia como para votar ir a costa de todo tras un hombre. Creo que no podría cargar con el hecho de romper una familia por un simple ‘me gusta’ o ‘me obsesioné’.

Y no hablo de amor, porque si se cree que éste se formó… se es muy ilusa. No se puede amar en base a mentiras, a andar a escondidas y a ser la segunda o la tercera. Primero me amo yo… luego amo al resto. Para plato de postre, no gracias.

– Leyendo una de tus columnas, me hizo mucho sentido algo que mencionas: Internet y los números están afectando demasiado nuestra vida sexual. Contamos las veces que tenemos sexo a la semana para “ser una pareja feliz”, los hombres definen su capacidad sexual por el número de centímetros de su pene. ¡Qué presión! ¿Será que tenemos que volver a lo más básico, o sea, al sexo como algo que nos hace felices y nos da placer?

Es impresionante el cómo las estadísticas, promedios y estudios han arruinado el sexo. Por ejemplo, me consultó una mujer asustada porque tenía relaciones con su marido una vez a la semana y que había leído que ‘lo normal’ era día por medio.

Entró en pánico y hasta pensó que su marido tenía una amante y que por eso no tenían esa frecuencia. Así de grave e irresponsable me parecen este tipo de informaciones que establecen con estadísticas si eres o no normal. Porque lo normal es simplemente todo aquello que ocurra con el consentimiento de ambas partes, que satisfaga a las dos personas y las haga felices.

Y en el caso de los hombres y el tamaño, les arruinó el autoestima tener que no sólo compararse con sus compañeros en el camerino del colegio, sino que además someterse a ránking de centímetros. ¡Si algunos ni siquiera saben cómo medírselo!… ¿cómo van a poder saber en qué nivel del ránking están hipotéticamente?

Tomen de la información lo que ayude, no lo que boicotee el sexo.

– Estamos en una etapa de liberación. Cuesta aferrarse 100% a eso, porque todavía tenemos algunos conceptos retrógrados en nuestra mente. Esa liberación también tiene que ver con un cambio de conciencia, con una conexión más profunda con nuestro interior. ¿Qué papel tiene el sexo en ese proceso?

Creo que en ese cambio de conciencia, hombres y mujeres buscaremos conectarnos más con la energía del otro, con lo que se produce en el fondo al compenetrarte con tu pareja, con mirarse más a los ojos y con la yema de los dedos.

Creo que si existe actitud, podremos llegar a tener una sexualidad lo más sana y libre posible. Ellos entenderán que no todo lo que el porno muestra a su pareja le gustará y ella entenderá que esto no es Disney. Entonces lo polos se acercarán y tendremos más sexo con sentido, que es lo que falta muchas veces cuando se desarrollan encuentros sólo por descarga biológica.

Tags

Lo Último


Te recomendamos