Cuando Internet todavía no hablaba de virales y trending topics, encontrar música nueva no era tan fácil como ahora. Al menos yo, trato de reinventar mi playlist bien seguido, porque suelo ser bien repetitiva con las canciones que me gustan y cuando ya las he escuchado lo suficiente, busco alternativas para refrescar el oído.
Volviendo a lo de esos descubrimientos que hacíamos viendo MTV o escuchando la radio, me acordé de la primera vez que escuché a Lady Gaga. Era el año 2008 y fue justo cuando estaba encantándome con los sonidos medios electro pop, pero más pop que electro.
Con “Just Dance”, de inmediato supe que iba a querer escuchar más de esa rubia un poco ruda que bailaba con plataformas gigantes, con la cara pintada a lo David Bowie y con chaquetas con hombreras prominentes, bien “ochenteras”.
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Se podría decir que en sus primeros temas era bastante más normal —basándose en la idea de que hay muchos conceptos distintos de eso— pero ella era distinta, cuando la veías y escuchabas sus canciones, sabías que no era una Britney o una Beyoncé.
Con “Paparazzi”, Lady Gaga liberó todo lo bizarro que tenía dentro y la amé. Era original, “pelacable” como decimos en Chile, me caía bien. Además, siempre consideré que tenía una voz increíble, que no era de laboratorio.
Hoy cumple 30 años, y ya con un estilo bastante más moderado —a lo estrella de los años dorados de Hollywood— Lady Gaga se ha alejado un poco de la música. En realidad, sigue estando ahí, haciendo tributos y tocando en los eventos más mediáticos de la música y el cine, pero no hace discos.
Igual, es muy joven y quién sabe, quizás en un tiempo más vuelva a lo suyo y sea la estrella pop que fue durante tanto tiempo. ¿Qué Gaga les gusta más?