A veces siento que tenemos un gobierno de Ninjas. No sé si de tortugas, pero Ninjas al fin y al cabo, con chaquetas rojas a todo terreno y escuadrones llamados Centauros.
PUBLICIDAD
El jefe de las Ninjas usa lentes y lee a Philip Roth, pero no tiene ningún problema en compartir un café con Rudolph Giuliani. El 17 de junio pasado, Hinzpeter y el ex alcalde de Nueva York se reunieron en la gran manzana a conversar sobre el tema favorito de todas las derechas del mundo: la delincuencia. Durante la reunión, el Ninja norteamericano le ensenó al ninja sudamericano cómo “limpiar” las calles de delincuentes, drogadictos, prostitutas y toda la lacre urbana que trae el capitalismo a las grandes ciudades.
El plan chilensis de “Tolerancia 0” empezó aplicarse los fines de semana en Santiago, a través de la creación del escuadrón Centauro de Carabineros. Una de sus misiones: rastrear barrios de la capital denominados “bohemios” o “de carrete” tales como Bellavista, Brasil, República y Suecia. El concepto de Tolerancia 0 argumenta que el menor delito merece ser reprimido tanto como el más grave, a fin de socavar la peste delictual de nuestra sociedad. En otras palabras, si quiero liquidar el narcotráfico en La Legua, debo empezar por perseguir al chico que enciende un porro en la calle. Mmmm.
No es una sorpresa que más de la mitad de los detenidos el pasado weekend (unos 350 en total) en Santiago sea por consumo de marihuana, alcohol o “ruido”. Santiago nunca ha sido Amsterdam, pero en los últimos años se estaba convirtiendo en un limbo similar a Madrid, en cuyas plazas se tolera fumar cannabis o beberse una copita en paz.
Mis amigos neoyorkinos recuerdan cómo durante la era Giuliani terminaban despertando en una cárcel del Bronx sólo por vomitar de la ventanilla de un taxi. Hoy todo eso es (por suerte) historia vieja. El actual alcalde, Michael Bloomberg, soluciona el problema con menos policías y más pragmatismo: cobrando multas a las infracciones (100 dólares por fumar marihuana).
La noche y sus excesos son el alma de toda ciudad y los Centauros de Hinzpeter parecen empecinados en matarla.
Y con esto termino. Quienes crean que no hay diferencia entre un gobierno de derecha y de izquierda, que destape una cerveza en plena calle.