Porque merece: Stuart Murdoch

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Este músico escocés, vocalista de la banda Belle and Sebastian, no está de cumpleaños, pero ayer estuvo en Chile presentando un show espectacular junto a su grupo y por eso le queremos dedicar nuestra galería de fotos diarias de hoy. Además, porque merece.

Tiene 42 años, a los 18  formó este septeto de indie pop, chamber pop y folk pop junto a sus compañeros en un curso de industria musical, ya que se bagaje por los cafés de Glasgow en busca de personas que tocaran sus canciones no le dio resultado. Las letras de sus canciones tienen gran carga literaria (partiendo porque el nombre de la banda se lo deben a un cuento) sobre todo del fallecido J. D. Salinger. En ellas cuentan historias agridulces de frustraciones juveniles, casi siempre en tercera persona.

El público que los sigue se define como “alternativo”, pero los que estaban ayer en el concierto se notaba que lo eran hace poco tiempo y que les empezó a gustar el grupo cuando llegó la moda indie a Chile. Todos eran iguales: pantalones apretados, botas, chaquetas cortas y poleras sueltas las mujeres, de pelo claro y de estrato social medio alto. No lo considero malo, ni lo digo como reclamo, sólo lo hago a modo de comparación con aquellos a los que les gusta desde siempre: iban con una pinta totalmente diferente y se notaba que nos les gustaba porque ellos sean indie, les gustaban porque los temas son buenos y porque utilizan una cantidad de instrumentos impresionante.

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Belle & Sebastian inspiran una lealtad fanática entre sus seguidores, similar a The Smiths durante sus días de gloria. Parte de esta lealtad es debida a que, hasta 2003, la banda no incluía sencillos en sus álbumes. Así poseer su discografía completa se puede considerar como pura devoción.

Stuart se enfermó de fatiga crónica en la universidad, lo que lo obligó a dejar sus estudios durante siete años, ese período fue el que lo convirtió en cantautor. En 1996 se comenzó a recuperar y entonces decidió formar Belle and Sebastian. Ayer estuvo en Chile, en el Teatro Caupolicán, en Santiago junto al grupo, en la presentación demostró toda su simpatía: se paseó entre medio del público, conversó, subió a cuatro mujeres al escenario durante dos canciones y luego le dio una medalla a cada una, bailó, rió… Por entregarnos el mejor espectáculo merece que disfrutemos de sus imágenes a continuación.