Leerse el Tarot es como que te muestren el “trailer” de lo que pasará en tu vida los próximos meses. Puedes ver los personajes principales, conocer si hay o no una historia e amor o de venganza. Incluso te dejan ver ciertos escenarios y posibles salidas. Pero nunca el final, eso es trabajo de cada uno.
Me encanta que me digan qué es lo que va a pasar y cómo puedo enfrentarlo. Me fascina porque soy súper poco previsora, jamás entiendo las indirectas y suelo ir improvisando por la vida.
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No creo que el futuro esté escrito ni que lo que me dice el Tarot es certero completamente, porque basta que dé un paso distinto a lo que hubiera hecho antes de saber lo que viene, para alterarlo todo. Somos dueños de nuestras vidas, es cierto, pero ¡adoro que me muestren el año que viene!
Generalmente, el Tarot no predice mucho tiempo por delante, excepto en esa época: entre el 15 de diciembre y el 15 se enero puedes ir a que te lean el próximo año completo.
Esta “tirada” me la enseñó hace un par de años La Bruja (más conocida en su casa como Susana Sánchez). Las cartas se ubican como las marcas del reloj y van indicando cómo se irán presentando cada uno de los meses. Es impresionante cómo se van dando los escenarios, cómo aparecen personas que no conoces y otras cosas. Esto siempre y cuando quien lee las cartas sabe qué está haciendo y no es un aprendiz de hechicería.
Con los años, conocí muchas personas que decían leer bien el Tarot. Sin duda, una de las mejores, es La Bruja. Quien incluso dedica parte de su agitada y ocupada agenda a enseñar a otras personas cómo leer el Tarot.
Cómo te habla el Tarot
La Bruja dice que todo laberinto tiene su salida. “Un laberinto no es más que un problema por resolver, esto requiere conocimientos profundos sobre todo lo que nos define como seres pensantes, emocionales, culturales, políticos y dispuestos a revisar nuestros métodos para lograr la salida. (La palabra salida viene del latín exitus, que significa éxito)”, explica.
Las “tiradas” del Tarot pueden ser de dos maneras: puedes dejar que el Tarot “te hable” o la más recomendada es “preguntarle” lo más simple y acotado posible. Es en esta segunda postura que las cartas podrán mostrar esa salida de manera más concreta.
La Bruja asegura que “el Tarot contesta las preguntas porque TODAS LAS RESPUESTAS están dentro de nosotros pero, como hemos perdido la capacidad de auto-interrogarnos, necesitamos un espejo que nos refleje. Un buen lector de Tarot va moviendo este espejo de manera que todos los reflejos queden sobre la mesa. (Espejo viene de la palabra speculum y da origen al verbo especular)”.
Es así que al tirar las cartas, “el Lector y el Consultante especulan sobre los signos hasta que el escenario posible es reconocible por quien pregunta. El problema se presenta cuando el Consultante no quiere tomar una decisión y desea que el Lector lo haga por él. Las decisiones son exclusivas del Consultante, son su prerrogativa intocable porque suyas serán también las consecuencias”, termina.
La Bruja lee el Tarot como si te leyera el alma. Como muchas otras, imagino. Te dice lo que no quieres escuchar porque el Tarot a veces te desafía a ver lo que no quieres ver. El Tarot puede ser el amigo más honesto porque te ve el alma, pero también el más cruel, porque la verdad no tiene remedio.
Quedan pocos días para el 15 y no me aguanto saber cómo viene el 2011.
Si hacen lo mismos que yo: ¡Recomiendo llevar grabadora e ir revisando durante el año cómo se van cumpliendo los augurios!
Un poco de historia
Se dice que el Tarot surgió de Egipto y fueron los gitanos quienes lo llevaron a Europa a principios de la Edad Media. Es ahí donde nace el famoso Tarot de Marsella y luego se crearon distintos motivos que hoy conocemos.
En ellos se despliegan las múltiples interpretaciones de los 22 Arcanos Mayores (como La Emperatriz, La Justicia y La Torre) y los 56 Arcanos Menores (como el 2 de oro, el 3 de espadas, el 9 de bastos o el 7 de copas). Con ellos, quien lee el Tarot puede interpretar distintos escenarios y posibles salidas recomendables.
