Actualidad

Elizabeth Miriam Quiroga era la secretaria y la “otra viuda” de Kirchner

La amante secretaria se repite en muchos lugares.

Las películas, los libros y las teleseries, sobre todo las teleseries, han hecho que encontremos de lo más común, no digo normal ni obvio, sino que habitual, que las secretarias mantengan una relación con su jefe en algún momento de su trabajo. Puede que esa doble vida que llevan ellos dure una eternidad o solo una noche de borrachera, pero al final siempre caen en lo mismo: se meten con la mujer que les lleva el café en las mañanas, que conoce su agenda a la perfección, que es joven, soltera y que viste trajes de dos piezas con faldas que a penas les cubren las piernas.

Algunas lo hacen porque sí, otras para ascender en la oficina, otras porque quieren poder, algunas solo para molestar a la esposa, otras por un aumento de sueldo y hay mujeres, en muy contadas ocasiones, que lo hacen porque están realmente enamoradas del patrón y sueñan con que un día dejen a la oficial para escaparse juntos y no volver nunca más. Pobres ilusas, eso nunca pasa, ni siquiera en las historias más románticas. Aunque les juren que van a dejar a la mujer, aunque les digan que ya están hablando con el abogado para el divorcio, aunque les aseguren que ya no tienen intimidad… nunca dejan a la oficial y menos si se trata de a actual presidenta de Argentina.

Recomendados

Pobre Elizabeth Miriam Quiroga, no tiene la culpa (en realidad no tiene toda la culpa, porque sí es responsable en alguna medida) de que Néstor le prometiera tanto y que finalmente sucediera tan poco y encima que el falleciera y que no pudiera defenderla tras su despido. Al menos esta mujer parece ser decente porque niega rotundamente que su hija de once años sea del ex mandatario, perfectamente podría decir que sí lo es y sacar un buen turro de plata, total con el tipo muerto no tienen muchas pruebas para desmentirlo.

Elizabeth lo dejó todo en el sur y se fue a Buenos Aires siguiendo a Kirchner, “teníamos una unión muy fuerte”, dice en la entrevista. Y debió ser así, el problema es que a pesar de que sigan al amante al otro lado del mundo, ellos mantendrán la imagen de vida “perfecta” con su esposa e hijos y nunca dejarán espacio para rumores y mucho menos para que la secretaria se meta en su matrimonio, cuando eso sucede es separación segura y definitiva entre los amantes y de paso despido cuando son muy descarados, porque ellos no pueden permitir que “la otra” les arruine lo que tienen armado, menos cuando esa imagen se la tienen que mostrar a un país entero.

Nunca me involucraría con mi jefe, menos si está casado, solo sirve para enredar las cosas y así no se puede trabajar. Imagínense terminan la relación, pero siguen trabajando para él, qué incómodo. ¿Lo harían?

Tags

Lo Último


Te recomendamos