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Así viví Lollapalooza Chile

Para los incrédulos que pensaron que Chile no era un buen destino para realizar un festival de estas características.

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Para todos los incrédulos que pensaron que Chile no era un buen destino para realizar un festival de estas características, creo que  se tuvieron que comer sus palabras. Esta primera versión de Lollapalooza Chile, tuvo más puntos buenos que malos y está a la vista de los buenos comentarios.

Gocé, bailé, y disfruté  estos dos días de música, relajo y amistad. No sé si a ustedes (que fueron) pero el ambiente familiar, la conciencia medioambiental y el poco alcohol en el aire, me bastó para quedar orgullosa del primer Lollapalooza de Latinoamérica.

Mis dos acompañantes fueron las ideales. A mis dos queridas hermanas les gusta la misma música que a mí y desde un principio no dudaron en viajar hasta Santiago y compartir estos dos días de festival conmigo. En el parque O’higgins ya nos esperaba una amiga y su hijo de 14 años. Recorrimos un rato la zona de stands y nos sentamos en el parque disfrutando de los Bunkers con un termómetro que ya marcaba los 26 grados, eso si, yo con mi sombrero y harto bloqueador,  algo que no hizo claramente mi amiga porque quedó según sus propias palabras “fucsia”.

Me llamó la atención la calma y relajo del público. No había apuro, ni desesperación para ingresar a los distintos shows, dos escenarios al aire libre, dos en espacios techados, zona de descanso, arte, pic nic, zona de comidas, stands. En resumen, tema y espacio para todos los gustos. Esa es la gracia de este tipo de festivales, la diversidad.

Tengo que decir que jamás hice fila para ir al baño, ni me empujaron para entrar a un show que ya estaba colapsado para entrar. Fui una afortunada porque viví el lado amable del Lolla, y muy amable. Antes tenía muy claro que tendría que tele transportarme  para poder ver todos los grupos que tenía en mente. Asi que opté por anotar los posibles y a esos fui, o intenté. Los horarios se cumplieron al pie de la letra, y los que no cumplían el horario no superaban los 10 minutos de atraso. Eso era increíble, porque la música nunca se acababa.

Vi pocos papás con sus hijos, y tengo la impresión que quienes no los llevaron fue por miedo a la cantidad de personas que se esperaban por jornada, pero más de alguno debe estar arrepentido, porque claramente estaba ideal para llevarlos. También vi harto gringo y brasileros, que decían siempre sonrientes al pasar por el lado:  “hola chicas,¿ cómo están? Bien! A lo que siempre contesté. Obvio.

Me gustaron los looks extranjeros, hombres y mujeres, con sombreros, camisas con flores y colores fuertes, jugados. Pero los chilenos muy tímidos. Se quedaron con el look playero casual, poco o nada jugado. Eso si,  reinaron las guapas en shorts y botas, las camisas anchas y el ombligo al aire. En hombres, la polera gris azulada fue definitivamente el uniforme del festival.

La comida demasiado cara para mi gusto, y al ver los precios de espanto, un completo 2 ticket!! O la módica suma de 3 mil pesos, nos hicieron volver al otro día,  con algo preparado desde la casa.

De música puedo decir que sonó increíble y se cumplió el horario al pie de la letra. Bien por la organización.  Emocionada de escuchar a James, The National, Empire of the sun. Buena sorpresa, con Flaming Lips y Fishcherspooner con tremendas performances. Fat boy Slim y Boyz noize,  me hicieron bailar hasta más no poder, era el lado fiesta de Lolla.  Y Cypress Hill  encendió aún más los casi 30 grados de temperatura que marcó el termómetro el sábado.

El resto que tenía pensado ver, eh..  fue imposible!  porque el lugar se hizo muy chico para tanta demanda (la cúpula) así que en mis sueños quedó de ver a las  CSS, Datarock, Bomba Stereo, Cat Power y The Drums, tendrán  que contarme   los amigos que si tuvieron la suerte de entrar. Pero no me quejo, en vez de eso vi los ojazos de Jared Leto,  que de su música de 30 second to mars ni me percaté pero si, me sentí una adolescente gritando junto a mi hermana que sólo quería sacarle  una foto.

Confieso que,  si extrañé una cerveza fría durante la tarde ( no había venta de alcohol)sólo el vip tenía ronda de picoteos y tragos gratis. Lo  que si faltó a mi gusto, un sector cafetería. Pequeños detalles que a esta altura,creo que  solamente a mí  me  importan.

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