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La suegra amigui

Todo tiene su límite

La otra vez Tootsie nos contaba sobre sus terribles experiencias son suegras. El otro día en un carrete, salió el tema de las pololas, las madres, las suegras. Ese tema tan bullado cobró un especial tinte cuando consideramos la perspectiva de la suegra que tuvo sólo hijos hombres y que siempre quiso una niñita. Esa mujer -a veces la reina, otras veces no- de un hogar, ha tenido que lidiar con demasiada testosterona: ha debido separar sangrientas peleas, preparar un kilo entero de fideos, lavar demasiadas veces demasiada ropa y ordenar tremendas cagadas que dejan sus varones.

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Esas mujeres, que viven rodeadas de hombres, necesitan desesperadamente la compañía femenina. Alguien que las acompañe al mall; alguien a quien mostrarles el bordado, alguien que la entienda, y la acompañe. Muchas veces esas mujeres por diversos motivos no pueden reunirse con sus hermanas o con sus amigas, y les falta una partner de su mismo sexo.

Por eso esas mujeres se encantan cuando sus hijos pololean. Son felices teniendo a una mujer al frente, que la ayudará a lavar los platos y le conversará. No digo que sus hijos hombres no la hubieran nunca ayudado, sino que no es lo mismo. Hay una complicidad que una como mina tiene con las otras minas, independientemente de la edad. Esas mujeres, las suegras de hijos hombres, son tus mejores aliadas. Por que aunque su hijo sea “el niño” y el hombre en cuestión un mamón, la desesperación de verse entre picos todo el día, hará que automáticamente te quiera, te defienda y quiera compartir contigo.

Esto puede parecer bueno y lo es… hasta cierto punto. Tengo una amiga que pololeó con un niño que no tenía hermanas. La señora era casada con marino así que ni les explico.  Mi amiga no llevaba ni 1 mes con el susodicho y la señora ya le había pedido el teléfono, el mail y la había agregado a facebook. La señora no sólo la invitaba a pasear al mall; también a tomar helado, café y a almorzar. Lo peor vino cuando la señora le empezó a hablar de sus problemas personales, con el marido, con el hijo, con el amante. La señora juraba que el sujeto adoraba a mi amiga, pero el huevón era un verdadero pelotudo y mi amiga ya casi no lo veía. La señora alababa las conductas de su querido hijo y mi amiga como es lady no le contaba nada; sólo sonreía y pensaba entre sí “vieja loca”.

Finalmente relación de mi amiga y su lolo acabó, pero eso no hizo que la señora se detuviera en su acoso “Mijita, por qué no vuelve con Pedrito?” Y mi amiga sin saber qué cresta decir. Entre medio cambió el celular y simplemente dejó de contestarle el mail. Y por suerte la vieja se calmó un poco y se buscó una sicóloga con la que desahogarse.

Otra amiga, tenía que lidiar con la ex de su pololo, que se había transformado en la amigui de su ex suegra. Desubicada la ex, pero la señora también tendría que haberle puesto límites a su amistad; después de todo, no era justo para mi amiga ni para su ex. Aunque su ex también  debería haber puesto los puntos sobre las íes. Bueno, por algo es ex.

Cuando fui a la despedida de soltera, muchas novias iban… sí, con la suegra. Escuché también la historia de una niña que cuando pernoctaba en la casa de su pololo, si éste roncaba demasiado, la mina esta DORMÍA con la suegra. Tal cual. Horror.

Creo que es muy bueno tener una buena relación con la madre de tu hombre; y lógico que a lo largo de los años uno toma cariño. A mí me cae bien mi suegra, sin embargo la veo poco porque vive en otra ciudad. Pero de ahí a ser su mejor amiga, contarle todos mis problemas (incluso aquellos aspectos de mi relación que son privados), mmm, mejor paso, y creo que ella piensa igual que yo. Es que todo tiene un límite.

¿Ustedes han tenido una suegra amigui?¿Cómo ha sido su experiencia?

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