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Ena von Baer: Vocera de gobierno y madre

Hablamos con la mujer más medíatica de Chile.

Una de las políticas que se fue del gobierno es Ena von Baer a quien entrevistamos hace algunos meses. Acá les dejamos el artículo para recordar lo que hablamos en aquella ocasión.

Todos los días se levanta muy temprano les da desayuno a sus hijos y los deja en el auto rumbo al colegio. Luego se va directo al trabajo y se convierte en la Vocera de gobierno enfrentando críticas y halagos por la gestión del equipo que representa. Se saca fotos, habla frente a todos los medios de comunicación, sonríe (a veces no), discute, responde a las cientos de preguntas diarias y si tiene un tiempo al medio día se va a almorzar a casa con los niños.

Asegura que padres y madres deben ser responsables del cuidado de los niños y que esta es la única manera que el proyecto familiar funcione. Definitivamente no tiene mucho tiempo pero nos cuenta que muchas veces la jornada tarde-noche en La Moneda se alarga bastante, pero cuando llego temprano les lee un cuento a sus hijos.

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Ena von Baer es la Vocera de Gobierno más de nueve horas al día pero las 24 hrs. y 365 días del año es madre, ¿Cómo lo hace? Acá sus secretos.


-¿Es dura la tarea de ser mamá y ministra a la vez?
Yo creo que para todas las mamás que trabajan es difícil. Pero las mujeres somos muy creativas, porque siempre estamos buscando caminos para compatibilizar trabajo y familia. Además, tengo la suerte de contar con una gran red de apoyo: mi marido, mi mamá, mi suegra y una nana que me apoya en el cuidado de los niños. Siempre me dicen “qué difícil su trabajo Ministra”, pero si miramos la realidad de este país, la verdad es que hay mamás que tienen mucho menos tiempo que yo, que se tienen que trasladar grandes distancias en el Transantiago y que ven menos a sus hijos. Cada vez que me angustio y echo de menos a mis niños, pienso en las mamás que están mucho más complicadas que yo… Cuando sonó el teléfono y era el Presidente Piñera para invitarme a trabajar con él en el Gobierno le dije que sí, porque cuando uno hace una campaña (fue candidata a senadora por la Región de La Araucanía) y conoce de cerca lo que la gente realmente necesita, las ganas de trabajar para mejorar la calidad de vida de los chilenos se hacen mucho más intensas.

-¿Por qué cree que se les pide esta dualidad de ser eficiente en el trabajo y el hogar sólo a las mujeres y no también a los hombres que son papás?
Yo creo que la responsabilidad del cuidado de los niños es un tema de familia y no sólo de la mujer. Sólo cuando papás y mamás se apoyan para sacar adelante ese proyecto de familia las cosas resultan. Es un tema que nuestra sociedad debe asumir para que las mujeres podamos desarrollarnos, crecer profesionalmente y aportar un ingreso extra al hogar.

-¿Pero no cree que en este contexto nacional resulta más difícil ser ministra que ministro?
No lo creo. Todos tenemos el mismo desafío y las mismas responsabilidades. En la política se necesita decir las cosas de frente y con fuerza, no hay que olvidarse que las mujeres chilenas tienen mucha fuerza y coraje. Además, las mujeres en general tienen un estilo más cercano, una forma distinta para enfrentarnos a la vida y todos los gobiernos necesitan ese halo un poco más cercano y tranquilo. Además, como mujer me gusta que las mujeres tengan más espacios de participación, ya sea en el mundo del trabajo o en la política. Ahora, más que si es una cosa de hombres o de mujeres, lo importante son los cambios en la manera de hacer política y lo que la sociedad pide es que la política sea transparente, mirando a los ciudadanos a los ojos, estando en terreno, hablando de metas y plazos.

-¿Cómo la marcó su paso por un escuela rural en el sur?
Cuando me correspondía pasar a tercero básico, y ya sabía leer y escribir, le dije a mi mamá que no quería ir más al colegio, porque todo lo que necesitaba saber estaba en los libros. Entonces, mi mamá decidió que por un año fuera a la escuela rural del pueblo de Cajón, cerca de Temuco. Fue una experiencia muy diferente a mi realidad que me marcó profundamente. Aprendí a valorar las comodidades que tenían y la educación que recibía. Mis compañeros llegaban muchas veces sin zapatos, muchos de ellos eran mapuches y se les prohibía hablar mapudungún. Esa experiencia me impulsó a trabajar en políticas públicas.

-¿Qué opina del proyecto de alargar el post natal en Chile?
Lo que nosotros como Gobierno queremos es que las mujeres no tengan que dividir su corazón entre el trabajo y la familia. Tenemos el anhelo de poder cumplir con un postnatal de hasta seis meses y queremos cumplir con lo que ha dicho el Presidente.

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