El nuevo amante

Hace un tiempo les hablaba de lo raro que se siente darle ese primer beso al nuevo pretendiente, sobre todo luego de haber salido hace poco de una relación larga, pero tener un encuentro sexual con un nuevo amante, luego de años de haberte acostado con el mismo chico, es un cúmulo de sensaciones extrañas.

Por un lado es rico. Ya que es excitante tener encima-al lado, atrás, donde sea- a un chico nuevo, sobre todo si la relación anterior no ha terminado hace mucho. De hecho, con que sea un tipo distinto, ya es bueno. Incluso si no te has olvidado de tu ex, lo pasas bien.

No es raro hacer comparaciones, pero hay veces en que eso juega en contra. Evidentemente la primera comparación es el tamaño. Si el nuevo lo tiene más grande, se agradece, pero si no lo sabe usar, es terrible.

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Después piensas en cuál de los dos te toca mejor si tu ex o el nuevo, en donde la mayoría de las veces llegas a la conclusión de que tu antiguo novio lo hacía un poco mejor, pero despreocúpate, solo es porque te conocía más. Así que si el nuevo amante, no lo hace tan mal, no lo despaches, porque a medida que te vaya conociendo, se convertirá en el mejor “casero” (Tipo con el que solo te juntas a tener sexo).

Hay ocasiones en las que te cuestionas todo. No sabes si lo que le hacías a tu antigua amante le gustará a él también, pero recuerda “a todos les gusta el sexo oral”.

Lo mejor es estar relajada, dejar de lado esos pensamientos que puedan recordarte a antiguos amantes y no andar pensado en tus complejos. Ponte alegre, porque el nuevo amante se disfruta mucho, sobre todo en la primera etapa de soltería y nuevas conquistas. ¿No creen?