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Por qué me gustan los festivales de música

Vive Latino, Lollapalooza, Coachella, Reading Rock Festival, Glastonbury… iría a todos si pudiera

Para mí, pocas cosas se comparan al sentimiento y la emoción de asistir a un festival de música. Creo que la música es el medio de transporte más potente y veloz, pues me puede llevar tan arriba (o tan abajo) como se puede llegar en tan solo un momento. También es la tinta con la que se escriben las palabras que no sé cómo decir todavía.

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Con eso puedo resumir por qué no puedo concebir la vida sin música; sin tardes lluviosas con un disco perfecto, sin música a todo volumen cuando vas en el coche con las personas adecuadas. Pero lo mejor, para mí, son los conciertos o festivales de música.

Coachella, Vive Latino, Lollapalooza, Reading Rock Festival, Glastonbury… Iría a todos si pudiera.

Así como disfruto ir al teatro a disfrutar de una entrega de la Sinfónica, también ardo por las horas de espera en las colas interminables para entrar a un festival. Como, minuto a minuto, se construye la emoción de estar tan cerca de poder sentir cómo la música sale de las enormes bocinas y penetra la piel.

Luego está la entrada y la difícil decisión de cuál lugar es el mejor lugar para el espectáculo. Decidir si importa más estar cerca, escuchar mejor o no morir aplastada por la multitud. También están las personas que están tan perdidas que no se fijan de cuántas veces ya te pisaron y empujaron. Pero no importa, todo lo vale.

El grupo telonero. Tratar de escucharlos, darles una oportunidad de entretenerme, hacer un juicio precipitado sobre si me gusta o no lo que tocan y que al final nada importe porque de todas formas solo estoy esperando a que salgan mis favoritos. Los sonidos técnicos, la preparación del escenario y en cualquier momento… el primer acorde.

Nada como reconocer la primera canción y gritar eufórica; y que esa emoción no se vaya nunca. Quiero cantar, bailar, sentir, tocar todas las canciones hasta que mi cuerpo me diga que ya no puede más. Disfrutarlo todo como si cada canción fuera un himno a la vida y a todo lo que significan; y justo cuando crees que se va a acabar… otro grupo sube al escenario y el ciclo comienza otra vez.

Sonará un poco intenso todo esto, pero realmente me encantan los festivales porque me hacen sentir joven,  fuerte y llena de energía. Porque me sacan de la rutina y me dan la bienvenida a un mundo donde todos están dispuestos a desgastar sus botas y voces con tal de pasarla bien.

Vivo para experiencias así ¿a ti te gustan los festivales de música? ¿A cuáles has ido?

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