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Mujeres en Libia ya dejaron de ser ciudadanas de segunda clase

Y hoy busca su lugar en la nueva clase política del país.

Luego de titular de esa forma, fue inevitable no pensar en el tema de Los prisioneros, “Corazones Rojos”, y es que durante la era del dictador Muamar al Gadafi, las mujeres estuvieron reducidas al rango de ciudadana de segunda clase, – expresión para describir a una persona que sistemáticamente es discriminada dentro de un Estado -, para después jugar un rol fundamental en la revolución que terminó con el antiguo régimen. Hoy, la mujer libia busca su lugar en la nueva clase política del país.

Por lo mismo y con el fin de no perder los escasos derechos recuperados tras el levantamiento popular del 17 de febrero, un gran número de mujeres se preparan para participar en las elecciones del próximo sábado, las primeras en al país desde 1964.

Donde de los 4.013 candidatos que se presentan con el fin de ocupar los 200 escaños del Consejo General Nacional (CGN), 629 son mujeres,  según lo indicado por  Mohamed Abu Sbiha, responsable de las relaciones con la prensa de la Comisión Suprema Electoral, quien agrega que  545 de ellas siguen alguna de las 200 formaciones políticas que han nacido en Libia, mientras que otras 84, lo harán como candidatas independientes.

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Medios libios también promueven esta apertura mediante anuncios como uno que muestra a ciudadanos de distintos estratos repitiendo: “Sin la mujer libia no puede haber paz social”.

Además de candidatas, 1.770 mujeres estarán encargadas de la supervisión electoral, donde de los 2,8 millones de libios que se inscribieron, el 45% corresponde a libias, según el presidente de la Comisión Suprema Electoral, Nuri al Abar, indicó a Efe.

“La presencia de la mujer en todos los campos de estas elecciones es un gran avance. Además, demuestra que nuestro país se posiciona con resolución en el camino de la práctica política”, comentó Abu Sbiha.

Para la candidata del Partido Democrático por el Estado de Derecho,Fatiha Bajbaji, el interés político femenino ha incfrementado visiblemente en las últimas semanas: “Esto constituye uno de los frutos de nuestra revolución. Espero que la participación de la mujer en esta cita electoral se asiente sobre la base de sus competencias, su capacidad de convencer al electorado y la eficacia de sus programas, y no para aparentar ante la opinión pública electoral”, aseguró.

Para ella es necesario que la mujer “tenga un papel real y efectivo en la nueva sociedad Libia después de haber combatido junto a los hombres durante la revolución”.

Un fenómeno impensable para otros tiempos no tan alejados, pero que cada vez, dejan más atrás esa absurda discriminación e idea de “no estás autorizada para dar opinión”, refutando esa pegajosa letra que irónicamente sugiere que: “seguirá esta historia, seguirá este orden, porque dios así lo quiso, porque dios tambièn es hombre”.

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