Esta mañana Tomás González finalizó cuarto en la competencia masculina sobre suelo del torneo de gimnasia artística de los Juegos de Londres 2012. No ganó una medalla pero aún queda una oportunidad este lunes donde participará en la disciplina de salto de potro, su especialidad.
Este deportista se ha convertido en un verdadero fenómeno lo que sin duda no es normal ya que en Chile son los futbolistas y tenistas quienes acaparan la atención de la opinión pública.
Hoy muchas chilenas se declaran fans del atleta y gritan su apoyo a González en las redes sociales o donde sea. Me alegra que por primera vez -desde que recuerdo- una nueva disciplina deportiva sea valorada entre las favoritas de los compatriotas.
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Incluso había una campaña que nació muy naturalmente y llamaba a dejarse bigote para apoyar al deportista. Otras chicas como la reconocida twitera Bernardita Ruffinelli cambió su foto de perfil por una pancarta que dice “Dame un hijo Tomás”, obviamente en tono de broma, pero es su forma de apoyarlo públicamente. El fanatismo que ha despertado González no tiene precedentes.
Me gustaría que las autoridades también se volvieran fanáticas de los deportistas y los apoyaran con lo que necesitan para que en las próximas olimpiadas no solo estemos mirando y criticando el desempeño del atleta sino el de varios otros y tengamos la misma confianza que ponemos en González de acercarnos al oro.