La periodista Lydia Cacho ha dedicado gran parte de su trabajo a la denuncia contra las redes de pederastia y explotación infantil en México, y como es de imaginarse, eso toca muchas membranas sensibles entre personas muy poderosas y peligrosas.
Su labor como periodista y activista de Derechos Humanos le ha valido reconocimiento internacional, pero eso no ha impedido que hayan personas que quieran detenerla a toda costa.
En varias ocasiones ha recibido amenazas de muerte por distintos medios, siendo la más reciente una que ocurrió el fin de semana pasado cuando su aparato de radiocomunicación fue intervenido y una voz masculina le advirtió “no te metas con nosotros o te vamos a mandar a casa en pedacitos”.
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“Los demonios del Edén” (2005), texto en el que denuncia a la mafia de políticos y empresarios mexicanos involucrados en el negocio de explotación infantil fue su gran salto a la fama, pues en él revela datos que incriminan al entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, quien operó su detención como castigo e incluso salió a la luz una cinta en la que Marín le agradece por teléfono al empresario Kamel Nacif el haber actuado contra la periodista.
A raíz de las amenazas y distintos actos de hostigamiento, en 2009 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó al gobierno otorgar medidas cautelares a Lydia Cacho con el fin de garantizar su seguridad. Ahora, el Comité de Protección a Periodistas reitera esta petición.
La periodista acudirá a la Procuraduría General de la República, acompañada de la asociación Artículo 19, para realizar la denuncia correspondiente.