Rusia es un país que nos está dejando la idea de libertad de expresión con un gusto bastante amargo.
Y es que entre los acontecimientos más recientes, el viernes 10 de agosto la cantante Madonna fue demandada por el diputado de la Asamblea Legislativa de San Petersburgo, Vitali Milónov, quien la acusó de violar la ley contra propaganda homosexual y pedófila en el concierto ofrecido el jueves en la antigua capital de Rusia.
Sin ir más lejos, ayer tres integrantes de la banda de punk, Pussy Riot, fueron condenadas a dos años de cárcel al ser consideradas culpables por “vandalismo” con incitación al “odio religioso”, producto de su “Rezo punk”, una intervención musical, cargada de parodia en contra del líder Vladimir Putin, y realizada en la catedral de Cristo Salvador en Moscú.
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Y horas después, nos encontramos con que el Tribunal Supremo de Moscú rechazó la apelación interpuesta por el defensor de los derechos de gays y lesbianas, Nikolai Alexeyev.
Alexeyev había apelado en contra la absurda sentencia del tribunal municipal de la capital rusa, que prohibía la celebración del Orgullo Gay en la ciudad durante los próximos 100 años. Y ayer la justicia ratificó la decisión del ayuntamiento moscovita de no autorizar marchas homosexuales hasta el año 2112.
Frente a esto, el defensor de esta cada vez menos minoría, anunció que recurrirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. “La decisión no es una sorpresa, los tribunales rusos raramente fallan a favor de los derechos de los gais y lesbianas”, comentó Alexeyev al diario El País, quien pese a esperar este tipo de sentencia no deja de considerarla “ilegal e injusta”.
“Queremos que se garantice que podamos celebrar el orgullo gay en el futuro”, manifiesta el defensor, periodista y abogado ruso.
El activista había solicitado poder celebrar 102 manifestaciones pro derechos homosexuales hasta 2112, de ahí que el ayuntamiento moscovita primero, y los tribunales después, denegaron su celebración por 100 años.
¿Las razones?
Los desórdenes públicos y el vago fundamento de que los moscovitas no simpatizan con este tipo de eventos, al menos así lo informa la BBC. Sin embargo Alexeyev no considera que se traten de argumentos válidos y llama a que fundamenten la decisión. Sin duda, un nuevo caso de represión a la libertad del ser, que es… expresar lo que siente y por ende lo que se es.
Fuente: “Moscú prohíbe el orgullo gay por 100 años” (El País)