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Corazón de Sandía: Las exigencias que nos condenan a ser single

A veces soñamos con un prospecto perfecto, pero en la realidad las cosas no funcionan así. Existen quienes están destinados a ser solteros el resto de su vida.

Mientras escucho una sinfonía de Mozart al máximo volumen, me imagino una escena trágica que ocurre de noche en una ciudad húmeda y viciada. Un amor tortuoso es el culpable de todo lo que pasa entre una pareja que en algún momento se amó hasta sentir dolor en el pecho.

Ella lo mira y le dice que todo se terminó. Él no lo entiende, le pide explicaciones. Ella no quiere hablar, solo piensa en caminar lejos de ahí. Avanza unos pasos al mismo tiempo que su nuevo ‘ex’ le toma el brazo y lo tira con fuerza hacia atrás insistiendo en un argumento válido para este final tan inesperado. Ella solo quiere estar sola. Eso es todo.

Sin duda, las mujeres somos un enigma. Ni si quiera yo que tengo dos hermanas, una decena de amigas, les escribo a ustedes todos los días hace cerca de cuatro años e intento descubrir los secretos de nuestro género, logro comprender claramente lo que nos pasa.

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Alguna vez se han preguntado por qué no hay ni un solo hombre en el mundo que valga la pena. Sé que soy dramática, pero bueno. Esta duda viene a mi cada cierto tiempo. Obviamente, hay una variada gama de prospectos que se acercan a lo que me gusta. Pero solo hay uno que me mueve el piso, lo triste es que se ha convertido en un amor platónico que en algún momento se concretó pero ahora dudo llegue más allá que una serie de conversaciones por chat. Entonces qué me queda. Miro al rededor y prefiero estar sola.

Mis amigas me dicen que soy muy exigente, pero la verdad yo creo que deseo algo que debe existir. Conozco muchas mujeres que si fueran hombres serían perfectas para mí. Mi receta maestra es: Un kilo de materia gris, juventud, vigorosidad, carácter y un corazón palpitante lleno de sangre caliente. Con eso horneo mi chico perfecto. Puede ser tan difícil conocer una persona así.

Pienso que a veces las malas experiencias hacen cambiar las preferencias e intereses. En algún momento me importaba la estabilidad y la tuve pero no fui feliz. Luego solo quería pasión, lujuria y riesgo, también lo tuve y tampoco fui feliz. Ahora la verdad es que si ese amor platónico del que les hablé no funciona y si no se para frente a mi alguien con cerebro e inteligencia emocional continuaré mi camino decididamente single, porque sinceramente lo pasó increíble conmigo misma.

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