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Él tiene buen diente y yo como poquito

¿Cómo le hago para ir a comer a lugares donde venden comida muy grasosa y no engordar?

Salir a comer con tu pareja ¡es lo máximo! porque es el momento perfecto para intercambiar ideas y hacer uno que otros plan. Sin embargo el gran dilema podría comenzar desde que se elige el lugar donde ir a comer.

Personalmente me encanta cuidar mi peso, no es que me la viva a dieta pero procuro casi no tomar refresco, comer pocos dulces, pasteles, chocolates, pan, papas fritas y varios alimentos que por naturaleza sé que podrían aumentar mi probabilidad de lucir algunas lonjitas. Sin embargo,  he de confesarlo, el fin de semana me destrampo y sí le entro a los pastelitos y los chocolates, pero sólo es tantito.

Pero bueno, el punto es que mi chico es amante de las vitaminas T y P ¿no las conoces? ¡Sí! le encanta comer tortas, tacos,tamales, tlacoyos, tostadas, pan, pizza y pasta, suena chistoso, pero en realidad para mi no lo es.

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La mayoría de las veces cuando salgo a comer con él elegimos entre los dos el lugar a donde iremos, pero hay días en los que complacemos al contrario y él siempre elige lugares donde venden estos alimentos grasosos y engordativos, al inicio sí comía un poco al ritmo de él, pero después me di cuenta que no tenía necesidad de hacer esto y comencé a aplicar unas técnicas que me han funcionado muy bien y nos tienen muy felices a los dos.

Cuando vamos a las hamburguesas generalmente sólo me como un pan y le comparto de mis papás, en las quesadillas o los tacos, sólo me como uno o dos y cuando no tengo mucha hambre simplemente me como su relleno. Obviamente casi siempre procuro pedir agua simple.

En cuanto a la pizza con uno o dos pedazos es suficiente,y nunca me falla cuando ya me llené, decirle ¿no quieres probar el mío? ¡está delicioso!, así le paso mi plato y como se que es de buen diente, también termina acabándoselo. Personalmente sé que los hombres aman a las chicas que cuidan su figura pero no lo hacen al extremo, a ellos les gusta que sepamos encontrar el punto medio entre mantenernos comiendo lechuga todos los días y llevar su agitado ritmo de alimentación.

Esto es obvio, el momento de la comida es para disfrutarse, y es muy incómodo para ellos ver como todo el tiempo pensamos en no engordar ni un solo gramo, así que el chiste es sólo aprender a comer inteligentemente cuando estemos con ellos y por qué no ¡también cuando estamos solas! no podemos limitarnos en uno de los placeres más grandes de la vida: la comida.

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