Tradiciones que ponen a mujeres en peligro de extinción

A lo largo de la historia las mujeres han sido víctimas de las más insólitas y violentas prácticas culturales, muchas de ellas denunciadas en nuestro sitio como, la ablación del clítoris y el vendaje de pies en niñas chinas, este último con fines estéticos.

Hoy, sin ir tan lejos, el abuso de la cirugía plástica nos revela que como cultura occidental, no somos ajenos a este maltrato social que amenaza con extinguir a la mujer.

Aquí te presentamos 7 tradiciones y costumbres históricas que han atentado contra la mujer y que en lamentablemente algunos casos se siguen practicando:

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Baño de estiércol e Insultos

Se trata de una tradición prenupcial perteneciente al pueblo de los Masai, ubicado entre Kenia y Tanzania y que consiste en una seguidilla de acontecimientos.

En primer lugar, el matrimonio de una mujer es predestinado por el padre cuando apenas ésta es una recién nacida.

El día en que la novia es acogida por primera vez en la casa de sus futuros suegros, estos la reciben con un baño de estiércol e insultos como símbolo de lo difícil que será la vida que comienza y así entrenar su carácter.

Antes de la boda, la novia deja su casa familiar, rodeada de mujeres que la rodean y envuelven en toallas de colores y la adornan con cuentas de piedras preciosas. Una vez lista, se pone sus zapatos y toma su fimbo, bastón utilizado para el pastoreo. Al salir su padre la bendice (?) tirándole un escupo de leche en el cuello. Ya no hay vuelta atrás. De lo contrario se convertiría en piedra.

Camino a la casa de su futuro esposo, mujeres le regalan cabras y terneros, mientras su novio la espera haciendo un asado de cabra. Dentro del matrimonio, el marido la puede “prestar” a cualquier amigo que necesite satisfacer sus necesidades sexuales.

Cuellos de Jirafa

Aunque en diversas culturas las mujeres estiran sus cuellos como objeto estético, una de las más reconocidas por esta práctica es la tribu tibeto-birmana Kayan o Karenni.

Las Padaung, como se les llama originalmente a las mujeres “cuello de jirafa”, estiran sus cuellos a lo largo de su vida mediante el ensortijamiento de aros de latón, oprimiendo las clavículas hacia la cavidad torácica.

Hay quienes sostienen que esta práctica es un verdadero símbolo de belleza, ya que busca imitar el cuello de un dragón, animal de culto. Sin embargo, hay quienes sostienen que el estiramiento fue un recurso para afear a la mujer y así evitar que ésta fuera esclavizada.

Al tratarse de una cultura machista, como en la mayoría de las tribus, los hombres imponen sus reglas y castigos, incluyendo en estos últimos el retiro de los anillos, hecho que provoca la asfixia o desnucamiento de la condenada, quien para sobrevivir se ve obligada a pasar el resto de su vida recostada o sujetando su cabeza.

Gordura como parte de la hermosura

En Mauritania la gordura es efectivamente parte de la hermosura, por lo que para que las mujeres sean aceptadas socialmente, desde los 5 años asisten a campamentos de verano para subir de peso. ¿Lo podrían creer?

Ahí realizarían un salvaje método conocido como Leblouh, consistente en consumir enormes cantidades de comida de forma obligada, con provocación de vómitos si es necesario para seguir comiendo.

Según la tradición, el tamaño de una mujer es equivalente al espacio que ocupa en el corazón de su marido.

Pies Vendados 

Según cuenta la leyenda, durante el siglo X, una hermosa y talentosa cortesana del palacio imperial recibió la orden de preparar una danza para deleite del emperador Tang Li Yu y en honor a los espíritus. Por lo que para takl ocasión, solicitó cubrir el suelo con oro y se vistió con joyas y se vendó sus pies imitando la forma de una media luna con el fin de tributar su belleza. Después de eso,  todas las mujeres de la corte y del resto del imperio vendaron sus pies y los de sus hijas y los de casi mil millones de chinas que nacieron después de ellas.

Se trataba de una práctica estética que estuvo vigente por lo menos, unos 2000 años y que consistía en no superar los 7 cm. de talla. Para conseguirlo, los pies de las mujeres eran remojados en aguas de hierbas para presionar dedos y talón  con una venda desde los 4 años. Las uñas eran cortadas a más no poder y después de años de tratamiento, los 4 dedos pequeños se rompían. Una “tortura china” que duraba cerca de 2 años. Para entonces, las únicas partes que tenían contacto con el suelo eran talón y dedo gordo.

Aunque parezca increíble, estos pies fueron el más oculto tesoro de las mujeres chinas y el más soñado placer de sus hombres que deseaban pies delgados, pequeños, puntiagudos, arqueados, perfumados, suaves y simétricos.

Planchado de Pechos

Mientras en diversos países de occidente el cóctel de silicona se hace cada día más bestial, en lugares como Camerún la multiplicidad de violaciones han provocado que madres e hijas aplasten sus pechos con palos y así disminuir su atractivo sexual y por ende con los abusos.

Se trata de una práctica brutal, donde incluso hay quienes presionan las mamas de su hijas con palos, piedras o conchas ardientes.

Según medios locales, el gobierno de Camerún ha realizado diversas campañas, informando el trauma que sufren las jóvenes con esta práctica, además de aclarar que el elevado número de embarazos juveniles que sufre el país no se previene mediante este ritual igual de irracional y bárbaro como la falta de medidas contra las violaciones.

Lapidación

Se trata de un medio de ejecución muy antiguo que consiste en congregar a diversos asistentes para apedrear  a un condenado hasta matarlo. Hoy en día, países como Nigeria, Somalia, Indonesia e Irán siguen practicándola contra quienes mantienen relaciones fuera del matrimonio, sobre todo mujeres.

En Irán, el Código Penal detalla cómo debe llevarse la lapidación y el tipo de piedras que han de utilizarse. Su artículo 102 dispone que los hombres han de ser enterrados hasta la cintura, y las mujeres, hasta el pecho. Al artículo 104 establece que las piedras no han de ser “ni tan grandes como para matar a la persona ni tan pequeñas que no puedan considerarse piedras”.

Ablación del Clítoris 

Es la mutilación de los genitales femeninos, cercenando el clítoris y cerrando la vagina mediante una sutura que deja solamente una pequeña abertura para la emisión de orina y para permitir la salida del flujo menstrual.

Aunque sea difícil aceptar que prácticas como la ablación sigan realizándose en el siglo XXI, según el registro de la ONU cerca de 140 millones de mujeres han sido mutiladas genitalmente, donde se estima que cada año 3 millones sufriríán este tipo de violación, principalmente niñas, dado su estado de vulnerabilidad.

Como hemos presentado en algunos de nuestros artículos, la ablación de clítoris o mutilación genital femenina es una práctica realizada por razones culturales o religiosas. Y aunque para muchos puede sonar como una costumbre ancestral, o propia de tribus salvajes o fanáticos del Islam, la extirpación se realizó incluso en Europa a principios del siglo XX para tratar enfermedades nerviosas.

Se trata de una realidad indignante, practicada al menos en 27 países de África y Asia, entre ellos el caso de Kenia y que intenta extirpar de nuestro entrepiernas el impuro peso de ser mujer, por lo mismo es que hoy diversos grupos salen a las calles para manifestarse y seguir luchando con este salvaje ritual realizado tanto por hombres y mujeres.

Insoportablemente triste.

Fuente: ElCorreo.com