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Andrea Echeverri: “Ser mujer nunca es un impedimento, es una bendición”

Conversamos con la colombiana sobre su nuevo disco, el feminismo y su nominación al Grammy como Mejor Álbum Cantautor donde competirá con grandes como Caetano Veloso.

Andrea Echeverri es una de las compositoras y cantantes más importantes de Latinoamérica. Con más de 20 años de carrera y dos Grammy, esta artista se perfila además como una de las más potentes representantes de la mujer de este continente en el mundo.

En este momento la cantante se encuentra promocionando su tercer disco solista llamado “Ruiseñora” donde mezcla una serie de ritmos para llegar a un resultado lleno de armonía y unas letras que envuelven a nuestro género en notas y movimientos hermosos.

Además de la promoción, Andrea se presentará en Chile en el Festival Internacional de Innovación Social “made in Chile” (FIIS 2013).

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Conversamos con la colombiana sobre su nuevo disco, el feminismo y su nominación al Grammy como Mejor Álbum Cantautor donde competirá con grandes como Caetano Veloso. A continuación conoce sus ideas.

Este nuevo disco tiene fuertes raíces latinoamericanas. ¿En qué te inspiraste, cuáles son tus musos?

Tal vez mi musa sea mi madre y mis recuerdos de ella cantando y tocando guitarra acústica en las reuniones familiares. Muchos boleros y rancheras.

¿A qué se debe este giro desde el rock al folklore?

Aunque el disco tiene sus bambuquitos, yo lo siento más rockero que folclorero. El sonido lo bauticé “rocka”, la búsqueda de lo femenino en el rock, y siento que lo que más define el sonido del disco es haberlo hecho todo yo: producción, composición, ejecución y canto. Siento que el disco salió de una crisis y que viene rabioso y reivindicativo.

A nivel social e individual hay que replantearse la sexualidad, el trabajo remunerado y el no remunerado….es época de cambios y preguntas.

¿Por qué decidiste rendir este homenaje a tu continente?

¿Le rendí un homenaje al continente? ¡Guau! en realidad estaba escribiendo canciones que reflejaban lo que sentía en ese momento, no pensé en homenajes.

En Ruiseñora hay varias canciones dedicadas a las mujeres, sus derechos y sentimientos. Por ejemplo, Florence es una canción muy feminista. Esta temática ¿es central en tu nuevo disco? ¿Por qué?

Si, es central, es esqueleto. Escribí el disco en el momento de separación de Aterciopelados, una relación musical con ingredientes de género, cuando terminó sentí profunda la necesidad de independizarme y poder hacer todo lo que él hacía (producir, armar la banda, dirigir el sonido). Sentí dolor, tristeza, rabia, y coincidencialmente llego a mis manos un libro de Florence Thomas “Conversaciones con Violeta- la historia de una revolución inacabada”. Me ayudó, me inspiró. Igual tengo una historia de canciones feministas -Oye mujer, Nada que ver, La culpable, Que me parta un rayo, El estuche….-.

¿Qué es lo que deberíamos hacer las mujeres para conseguir el respeto de nuestros derechos en la sociedad moderna?

Empezar por respetarnos a nosotras mismas, romper los estereotipos que nos quieren imponer, tumbar el mito del príncipe azul….la canción Florence tiene toda una lista de cosas por hacer. Igual no es fácil, es una situación complicada y delicada, las cifras a nivel mundial de violaciones, de desigualdad laboral, de violencia intrafamiliar… este mundo capitalista no está pensado para la mujer que tiene hijos y deja de producir.

¿Qué opinas de la liberación sexual que ha tenido nuestro género hoy en día? ¿Podría ser contraproducente?

Hay una diferencia entre liberación sexual y comercialización sexual. Lo digo porque ahora sobre todo en la música, las chicas se han dedicado a ir al gimnasio y quitarse la ropa… esto no es un acto libertario, es un acto económico muy terrible y empobrecedor para todo el género. Incluso me arriesgaría a decir que esto hace que la violencia sexual hacia nosotras aumente. Incluso que la percepción hacia nosotras varíe. Escuchaste ¿Métetelo? dice: no soy 90-60-90, mi cuerpo es mío no está a la venta, pienso que el sexo sagrado es en la intimidad con el enamorado, y opino que a las mujeres, respeto es lo que se nos debe.

Hay que empezar por respetarnos a nosotras mismas, romper los estereotipos que nos quieren imponer, tumbar el mito del príncipe azul.

Los hombres actuales se presentan mucho más inseguros que antes frente a las mujeres y cada día quieren comprometerse y hacerse responsable de menos temas, ¿seremos nosotras las culpables por la violencia con la que nos presentamos?

Muchas preguntas….y aunque si hay cosas que nos unen como géneros, igual cada persona y cada pareja son únicos y distintos….hay que liberarse, pero también hay que reconectarse con lo que somos -mamás, tengamos o no hijos somos cuidadoras,  pienso que a nivel social e individual hay que replantearse la sexualidad, el trabajo remunerado y el no remunerado….es época de cambios y preguntas.

¿Cómo te sientes con la nominación al Grammy? Estará muy interesante la carrera, compites junto a un grande como Caetano Veloso y otros.

Corría el año de 1997 cuando con Aterciopelados y la PIPA DE LA PAZ hicimos historia. Fuimos los primeros colombianos en ser nominados a un Grammy gringo (los latin todavía no existían). En esa ocasión, nos atropellaron los Cadillacs. En el ’98 con CARIBE ATÓMICO volvimos a ser nominados y el gramófono quedo en manos de Maná. En el 2001 quedamos atrapados en L.A., cuando la ceremonia de los Grammys fue cancelada por el atentado a las torres gemelas. Luego de un par de meses, la ceremonia se llevó a cabo y con Atercios obtuvimos nuestro primer Grammy latino por GOZO PODEROSO, pero fuimos dramáticamente opacados por Juanes y sus tres Grammys…este trofeo reposa en el museo nacional. En 2005 con mi primer trabajo solista, fui derrotada por Laura Paussini y en el tapete rojo me volví invisible cuando me tocó entre Shakira y Paulina. En 2007 con Atercios nos llevamos nuestro segundo Grammy con “OYE” en Las vegas y entré en la lista de las peor vestidas…por supuesto, yo no vestía un traje de diseñador, sino el uniforme que usamos para tocar en rock al parque. Ahora vuelvo al ruedo con “Ruiseñora”, si me gana Caetano, todo bien.

Vemos que la música es un escenario distinto para las mujeres, ¿ha sido un impedimento serlo para desarrollar tus planes?

Ser mujer nunca es un impedimento, es una bendición, y aunque cause problemas, es la oportunidad de resolverlos.

Has madurado junto a la música, ¿cómo vives este proceso en un mundo que exige a las mujeres mantenerse jóvenes eternamente o salir de circulación?

Nunca he estado de acuerdo con lo que exige el mundo, siempre he estado en contravía, rebelándome, preguntándome, buscando mis caminos. Estoy orgullosa de los kilómetros que he recorrido, por eso el disco se llama “Rui-señora”

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