Espectáculos

En defensa de “la Llorona”

En Día de Muertos, no estaría mal mostrarnos comprensivas con la Llorona, y hasta disfrazarnos de ella.

En México todos conocemos la leyenda de la Llorona. La tradición se extiende a otros países lationamericanos, con otros nombres: Pucullén en Chile, Tulevieja en Costa Rica y Panamá… Con algunas variantes, la historia y la histeria de esta alma en pena son básicamente las mismas.

Una mujer enamorada y desengañada mata a sus hijos y se suicida, por lo que su espíritu vaga en calles, bosques y ruinas. Así, se dice que, por las noches, se puede escuchar su lamento: “¡ay, mis hijos!”. Podrá parecer escabroso. Pero la Llorona tiene varios puntos a su favor.

En primer lugar, se trata de una mujer bonita. Aunque en cómics, ilustraciones, películas y demás, generalmente la vemos con un aspecto tenebroso, la leyenda deja claro que era bella. La mayoría de las fuentes la describen como “una hermosa mujer indígena”. Entonces, lo primero que hay que hacer al pensar en ella es cambiar esa imagen de bruja ensangrentada por una más atractiva.

Recomendados

Claro, estamos ante una fantasma, no podemos imaginarla como una modelo de pasarela (salvo por lo delgada: lleva siglos sin probar bocado)… pero tampoco es justo identificar a la Llorona con la Bruja de Blair. Una cosa es que esté muerta y otra que a fuerzas queramos imponerle ojos sangrantes y dientes afilados, o una cabellera desastrosa, o ropas que se caen a pedazos.

De acuerdo con los expertos en leyendas, la Llorona va vestida de blanco, con una túnica que se presume entera. Tiene una cabellera larga y abundante, sin marañas. Y es tan guapa que los hombres suelen sentirse atraídos por ella (con todo y el miedo que les da).

Estoy segura de que una que otra mujer también ha estado dispuesta a seguirla. ¿Quién no querría tener sexo con ella? Es atractiva y, dada su condición espectral, no puede contagiar enfermedad venérea alguna. ¿Qué se sentirá acostarse con una fantasma?

Cierto, es una asesina. Y no sólo eso: ¡se atrevió a matar a sus propios hijos!, lo cual es el peor y más imperdonable de los pecados en nuestra cultura encumbradora de la maternidad. Pero no fue la primera, ni será la última. Antes Medea hizo lo mismo.

Por otra parte, su suicidio es muestra de su arrepentimiento, y el eterno vagar de su alma, castigo suficiente. Mientras que el adúltero quedó impune. Así que dejémosla en paz e intentemos comprenderla.

La Llorona no necesita nuestro desprecio sino varias sesiones terapia. Estoy segura de que sus impulsos filicidas serían más comprensibles después de un buen estudio a manos de especialistas.

Esta noche es Noche de Brujas y ya casi es Día de Muertos. Si alguna de ustedes piensa vestirse de la Llorona para alguna fiesta de disfraces, recomiendo hacer hincapié en la belleza y el atractivo, no en la monstruosidad. Así habrá congruencia con la Leyenda (y los resultados en cuanto a ligue serán mucho mejores).

Además, el disfraz de la Llorona es fácil de lograr:

  1. Una túnica blanca, amplia, en buen estado, planchadita, si es un poco transparente, mejor.
  2. Pelo suelto y arreglado. Si tu pelo es corto, ponte una peluca (negra, de preferencia).
  3. Un poco de maquillaje morturio, sin exagerar: algo de sombras en las ojeras, labios oscuros, nada de rubor.
  4. La túnica quedaría sensacional con unos stilettos negros, para darle un toque trendy a tu disfraz.
  5. Si hace frío, tápate con un rebozo: ni se te ocurra optar por blazers o chamarras.
Tags

Lo Último


Te recomendamos