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Qué es convivir [Parte II]

¿Irte a vivir con él o buscar un lugar nuevo? Existe una gran diferencia.

Sacas tu llavero y abres la puerta de tu nuevo hogar. Ahí están sus cuadros. Aquel cuadro que cada vez que lo ves crees que hasta tu sobrino de cuatro años podría haberlo hecho mejor. Los sofás que él compró cuando se independizó. La mesa de centro con libros que jamás pondrías como decoración, tres ceniceros, un set de portavasos y una planta enorme.

Todo lo que le gusta a él. Todo es de él.

A mis 23 años, decidí irme a vivir con mi novio. Hace cuatro años que él vive sólo, por lo que ya tiene todo. Es ocho años mayor, por lo que además de sus cosas, se suman sus mañas. Sí, cuando te dicen que las personas que viven solas un tiempo tienen aún más mañas y que después es más difícil tranzarlas, es cierto.

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En nuestro caso, yo llegué con mis maletas a invadir su departamento. Tuvo que hacerme espacio en el clóset para que yo pudiera poner mi ropa. Antes vivía en la casa de mis padres, así que no tenía nada más que llevar conmigo que no fuese mi ropa y mi cepillo de dientes. Nada más.

Aunque también invadí su refrigerador. Si antes solía tener sólo cerveza, champaña, vino y quesos gourmet. Ahora  parece una casa de verdad, hay verduras, leche, yogurt, pan y huevos, como corresponde.

Al principio, sus cosas y sus mañas no me molestaban. Al principio, todo causa ternura. Veía sus calzoncillos sucios en el piso del dormitorio todos los días. Como buena dueña de casa, los recogía y los ponía en el cesto de ropa sucia. Después de dos meses, nunca más lo hice.

Al llegar a vivir con tu novio a su casa, llegas literalmente a su casa con sus cosas, con sus mañas. No todas tienen la misma experiencia, porque o sus novios son de esos hombres que no les importa si uno mueve la planta o porque cuando tomaron la decisión de convivir ambos buscaron su nuevo hogar.

En mi caso, el haber movido la planta de lugar fue pelea. Cada vez que yo la sacaba de la mesa, él la volvía a poner sin decirme nada. Después de varias veces, le pregunté por qué siempre pone la planta arriba de la mesa del living. Me respondió que era donde ha estado la planta siempre. Era su rutina.

Me encantaría decir que ha sido la única pelea por vivir en su casa, pero después de seis meses viviendo juntos, aún no me siento dueña de casa. Sé que me ama y que es su intención que yo me sienta en mi casa, pero lamentablemente al final de cuentas, estamos conviviendo en su casa, no en la nuestra.

De a poco, he ido comprando cosas para que sútilmente sea también mi casa sin que se sienta sofocado. Tratando de darle mi esencia a la casa. Un toque femenino sin que sea todo rosado como en la película ‘Cómo perder a un hombre en 10 días’.

Fríamente, creo que lo mejor que nos podría pasar es cambiarnos de departamento. Sería una forma de partir de cero, aunque sigan siendo sus cosas, sería mi orden al menos.

Pero amamos el departamento. Es grande, tiene una terraza gigante y, algo que me encanta, una cocina amplia. Sí, reconozco que soy el antiejemplo de la mujer moderna. Me encanta ser dueña de casa, pero eso no significa que me quiera quedar limpiando en vez de trabajar. Pero me fascina tener la comida lista y la mesa puesta cuando llega a la casa después de un largo día de trabajo. Y aún más, cuando invita amigos alardeando que hago el mejor risotto.

Aún así, si estás considerando convivir con tu novio, te aconsejaría que:

BUSQUEN UN LUGAR NUEVO
Sí o sí lo mejor es partir de cero. Insisto, aunque sean en gran parte sus cosas, pero sus cosas que te gustan.

HAZLA TU CASA
Si fue imposible que se fueran a vivir a otro lado ya sea por dinero o porque les encanta el lugar, es momento de que ambos se esfuercen y asuman que la casa es de los dos. Va a ser un proceso lento, porque o sino los hombres se sienten invadidos.

EXIJE TU ESPACIO
Si aún no tienes el dinero para redecorar o las peleas son tan agotadoras que prefieres enfocarte en tu relación, exije tu espacio. Ya sea el dormitorio, la entrada, la terraza, lo que sea. Necesitas tu lugar a tu gusto.

S.O.S. MÚDENSE
Convivir no debe ser un tormento. Es vivir con el amor de tu vida. Por lo que si en el fondo viven peleando, en vez de hacer el amor todo el día, embalen sus cosas y váyanse a otro lugar. Aunque signifique un departamento más pequeño o vivir más lejos del metro. ¿Tu relación es más importante o no?

¿Algún otro consejo, chicas?

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