Cuando eres un viajero frecuente, adquieres ciertos reflejos para hacerte la vida más fácil, porque ya te esperas los pequeños detalles arruinaviajes que nunca faltan.
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Ya sabes, por ejemplo, que las tinas de los hoteles son hermosas, pero sus llaves para abrir el agua, controlar la temperatura o pasar de tina a regadera son incomprehensibles. También, que en muchos lugares nada más te ponen sales de baño el primer día, etcétera. Aquí tienen algunos tips para que estas cositas no nos arruinen el viaje.
Prepárate bien
Piensa en qué será lo primero que necesitarás y empácalo arriba. Si vas a un crucero, por ejemplo, toma en cuenta de que puede ser que llegues a tu camarote dos horas antes que tu equipaje, así que lleva el traje de baño en la maleta de mano, o cualquier cosa que pienses necesitar primero. Lleva copias de tu pasaporte, tarjeta de crédito, cualquier cosa que te identifique. Sólo hay una cosa peor que perder tus documentos: no poder cancelarlos porque no sabes los números. Y hablando de olvidar números, yo siempre olvido el de mi habitación, por eso le tomo una foto cuando llego.
Baja una app para dormir en el avión
Hay varias, usan desde sonidos relajantes o de plano hipnosis hasta control de tu nivel de sueño para despertarte solamente cuando te sentirás menos cansada. Recuerda que unos buenos audífonos son tus mejores aliados en los viajes largos. De hecho, unos buenos audífonos son tus mejores aliados también en la vida diaria, invierte inteligentemente en ellos.
Convertidor de corriente ¡con extensión!
Sí, porque no solamente en los países lejanos usan otras entradas y voltajes, en los hoteles parece que no comprenden que los enchufes cerca de la cama son una buena idea. Muchos usamos el despertador del teléfono y no queremos cargarlo en el único enchufe del baño y tenernos que parar como zombies a buscarlo cuando suene.
Más y más apps
Desde la que convierte la moneda local a la que tienes en casa hasta la que te dice qué constelación estás viendo o la que te consigue taxis donde estés y lo carga a tu tarjeta. Hay una de Londres que te dice dónde estás y cómo llegar a tu próximo destino a pie, a diferencia de Google Maps que siempre propone rutas en coche. Si no hablas el idioma local estas pequeñas cosas pueden ahorrarte mucho tiempo y sorpresas, y ayudarte a descubrir cosas que no hubieras notado.