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10 diferencias entre ser muy sexual y ser adicta al sexo

Que vivas intensamente tu sexualidad no quiere decir que seas adicta al sexo. Te explicamos en qué consisten las diferencias.

Vivimos tiempos de libertad sexual, sí, pero los rituales arcaicos siguen empañando la exeperiencia. La mayoría cree que la monogamia es la única forma de relacionarse, y a menudo confundimos alta libido con adicción sexual. Sin embargo, se puede poseer lo primero sin caer en lo segundo.

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Las adicciones suelen dar mala reputación a todo lo que tocan: drogas, alcohol, comida, sexo. Por eso hay que aprender a distinguir entre la práctica recreativa y la adicción. En el caso del sexo, es común que algunos se sientan avergonzados por sus preferencias no monógamas o que relacionemos el sexo frecuente e intenso con la dependencia.

¿Cómo evitar dichas confusiones? ¿Cómo saber si cruzaste la línea, si dejaste de ser simplemente muy sexual para convertirte en una adicta? Benjamin Malik de AvantSex comparte una lista con 10 diferencias que comentamos a continuación.

  1. Mientras que las personas con alta libido suelen ser abiertas en cuanto a sus preferencias, los adictos suelen acudir a las mentiras y la manipulación.
  2. Quienes presentan alta libido se sienten satisfechos después de tener sexo, una sensación parecida a la que se tiene luego de una sesión de ejercicios. Los adictos al sexo, en cambio, se sienten culpables y buscan mitigar sus sentimientos de vergüenza con más sexo.
  3. La gente que es muy sexual disfruta el sexo, pero lo entiende como una sola parte de su vida. Para los adictos, todo gira en torno al sexo.
  4. Para alguien muy sexual, su pareja representa un complemento, un individuo que tiene sus propios derechos y sus propios límites. Para quien depende del sexo, el otro es sólo un instrumento del placer, por lo que les cuesta trabajo enamorarse.
  5. Las personas con alta libido disfrutan la masturbación, la encuentran relajante. Los adictos al sexo no encuentran en ella la satisfacción que buscan, y a veces la practican al grado de provocarse lesiones.
  6. Igual que sucede con otras adicciones, la dependencia del sexo resulta en crisis emocionales, profesionales y financieras. Las personas muy sexuales no tienen ese problema.
  7. La gente con alta libido consume pornografía para complementar su vida sexual, para fantasear y divertirse. El adicto al sexo consume pornografía para evadir las relaciones en la vida real.
  8. No importa si se trata de sexo casual: las personas con alta libido tienen sexo para relacionarse. Los adictos buscan sexo para evitar la verdadera intimidad.
  9. Quienes son muy sexuales evitan prácticas degradantes. Quienes padecen adicción no pueden dejar de caer en ellas.
  10. “Las personas con alto libido administran sus vidas sexuales. Los adictos sexuales dejan que su vida sexual los administre a ellos.”

Para muchos la adicción al sexo sigue siendo algo incomprensible, un pretexto para la infidelidad. Pero existen tantas adicciones como aficiones humanas, la adicción sexual es una de tantas. Cada cual tendrá sus vericuetos, aunque todas tienen en común la pérdida de control, el daño autoinfringido.

Cuando el sexo deja de ser algo divertido y grato, y se convierte en una práctica incontrolable, es momento de buscar ayuda.

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