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5 cosas que deberíamos hacer como cuando éramos niñas

Crecemos, maduramos y cambiamos, pero hay algunas actitudes que quizá nunca debimos dejar ir…

¿Cuál es tu mejor recuerdo de infancia? ¿Te acuerdas de que en general era más dulce la vida? ¿De ser inocente y que ensuciar la ropa fuera la última de las preocupaciones? Crecemos y vamos tomándonos más en serio. Y es verdad que tenemos más responsabilidades, pero hay algunas cosas que deberíamos recuperar y no volver a dejar ir…

Comer sin culpas

¿Te detenías a ver cuántas calorías tenían tus dulces? Claro que no. Si acaso tu mamá te regañaba por comer tantos, pero en ese caso no te parabas a pensar en lo de las calorías cuando los comías a escondidas. La respuesta a “¿quieres más pastel?” era “¡sí!”. ¿Y cuándo le preguntaste a tu mamá si la mermelada tenía jarabe de agave orgánico? Comer era una necesidad y un placer, no una guerra ni un statement. Eso debería seguir siendo.

No jugar con los niños

Si un niño te jalaba la trenza, lo acusabas con la maestra. ¿Cuántas mujeres ahora no soportan que sus parejas las golpeen, sin decir nada? Y sin irnos a los extremos, ¿cuándo dejaron de hacer esos actos desesperados para llamar nuestra atención? ¿Por qué corremos detrás de un chico? Cuando eras niña le gustabas a un niño y se ponía de cabeza en el pasamanos para que te dignaras a verlo, exigías respeto, y eso estaba muy bien así.

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Tener (y cuidar como un tesoro) una mejor amiga

Todo lo hacías con esa persona especial, tu BFF. Y también metías las manos al fuego por ella, incluso si te tocaba un castigo por algo que ella hubiera hecho. Y viceversa. El egoísmo no existía con ella y si así siguiera siendo la amistad…

Aquí también entraría algo súper importante: convivir con tus hermanos. De pequeños era aunque no quisieras. La vida cambia, las personas toman caminos distintos, pero el amor debería seguir siendo más fuerte que todo, como cuando eras niña.

Reír a carcajadas

Y ni siquera por cosas tan graciosas. Simplemente ser feliz, bailar como si nadie te estuviera viendo, jugar con tu perro como si no tuvieras que lavar la ropa, treparse a un árbol si es necesario. Extraño la edad en que treparse a un árbol a veces era necesario.

Tener grandes sueños

Ser un astronauta, veteriaria, dentista, jardinera, sirena o todas las anteriores juntas te parecían sueños alcanzables para el futuro. Deberíamos recomenzar a hacer grandes planes y a confiar en nuestras capacidades, a ser optimistas sobre el porvenir y a querer ser sirenas.

 

¿Qué más extrañas de cuando eras niña?

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