Actualidad

Abuelas prostitutas narran su historia en televisión

Un programa televisivo cuenta la historia de tres prostitutas mayores, de entre 60 y 80 años.

El programa de TV se llama My Granny, the Escort. Se transmite en un canal británico y narra la historia de cuatro mujeres de la tercera edad que se dedican a la prostitución. ¿Se imaginan todo lo que tienen que contarnos?

PUBLICIDAD

La miniserie, de sólo 3 episodios, se propone “desmitificar a las mujeres escort maduras”, y abordar la forma en que compaginan el oficio con sus roles de madres y abuelas.

Una de ellas es Beverley, de 64 años, quien durante la filmación recibe a un cliente al que le lleva unos 20 años. Ha ejercido la prostitución desde hace 25:

Empecé porque mi exmarido me dejó sin un centavo. Él era jugador, por desgracia, por lo que literalmente no tenía nada. Vivía a pan y agua.

Su inicio fue difícil, pero más tarde se hizo a la idea de continuar:

Miré el dinero y pensé: ‘Bueno, al menos vamos a comer esta noche.’ Una vez superé el primer día, estaba bien. Y ya solo trabajé, trabajé y trabajé. Es sólo un trabajo al y fin y al cabo.

En el programa también se presenta Sheila Vogel-Coupe (85 años), quien gana más de 300 euros por hora y tiene una media de diez clientes a la semana. El más joven: 23 años. La prostituta más vieja del Reino Unido afirma que disfruta su trabajo:

Me siento sola y me gusta la compañía de un caballero, pero si quieres saber la cruda verdad, lo hago porque me encanta el sexo. Solo pensar en ello me hace sentir mejor. […] Especialmente los jóvenes… ven en algo en mí, lo que es una sensación muy agradable. A menudo, los hombres me llaman y me dicen: ‘¿Podrías seguir hablando? Porque me estoy encendiendo y me tengo que masturbar cuando hablo contigo. Es que soy muy, muy sexy.

La tercera protagonista de la serie se llama Sophie, tiene 60 años. A veces recibe visitas de clientes en sus veintes o sus treintas, pero también hombres mayores. Dice tener unos 100 al mes, por lo que debe trabajar 6 días a la semana.

Cuando el entrevistador le pregunta si no echa de menos una relación estable, ella responde:

Tengo un novio durante una hora, tengo un amante una hora. Eso es suficiente. No hay calcetines sucios que lavar. Ya sabes, lo que hago, algunas personas lo clasificaría como inmoral, pero en realidad me encanta. ¿Y por qué no debería ser capaz de hacer lo que quiero hacer?

Aunque el tema de la miniserie es la prostitución, el oficio es un pretexto para hablar de la independencia y la autodeterminación de que echan mano estas mujeres. Lo que me parece más rescatable: el hecho de que se hable del oficio, sin establecer diferencias con respecto a otros. Porque eso es precisamente: un trabajo.

Y, por supuesto, el asunto de la edad, que para algunos resulta escandaloso, como si la vida se terminara después de los 60.

Todavía quedan pendientes dos capítulos del programa. Desafortunadamente, en este lado del mapa no se puede ver. Aunque, si les interesa mucho, seguro que en algún rincón de la red pueden conseguirlo.

Tags

Lo Último