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La revolución sexual millennial ha sido de las más nombradas desde los años ‘60s. Se ha dicho que los jóvenes nacidos entre 1980 y 2000 se han valido de las redes sociales para acabar con el romanticismo. Sin embargo, la liberación sexual no significa del todo que se lo único en la mesa.
Ése, entre estos otros mitos, son parte de las difamaciones más populares acerca de la generación millenial:
1. Nunca se busca un compromiso
Podría creerse que al facilitar las relaciones casuales a través de las redes sociales, no se busca nada más. Pero una encuesta de Gallup reveló que los jóvenes de 18 y 35 años, buscan incluso casarse; sin embargo, se están tomando un tiempo para ello.
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Entre las razones que tienen un mayor peso para estas personas, se trata de la naturalidad de un matrimonio. Los millennials quieren saber a quién eligen para compartir el resto de su vida. Decisión que no se toman tan a la ligera.
2. Las mujeres sufren por ello
La autora Caitlin Flanagan ha sido de las principales enemigas de este mito. En 2012, Caitlin afirmó:
Los hombres tienen todas las cartas y las mujeres se aguantan porque ahora es demasiado tarde. No tienen opción.
Criterio que, si me lo preguntan, viene de una cultura machista. No se trata que las mujeres busquen una relación sin compromiso si así no lo desean, pues en realidad hay hombres que tampoco tienen la necesidad de buscarla.
Se trata de la preferencia de cada uno. Así como hay millennials buscando un acostón, también hay millennials viviendo romance. Y lo mejor de esta generación es que nada te ata a que escojas uno de ambos caminos si así no lo quieres.
3. Hay menor conciencia hacia las ETS
Se han hecho varias entrevistas a los adolescentes que, desde edad temprana, son sexualmente activos. En ellas, los resultados casi siempre son los mismos: utilizan el condón como un medio anticonceptivo y no uno también de barrera ante las ETS.
Sin embargo, la conciencia sexual ha aumentado bastante en cuanto a épocas pasadas. El que cada una pueda tener un condón en su bolsa, es una libertad y derecho en el que ejercemos nuestro control de natalidad, así como también evitamos las ETS por sí mismas.
4. Influencia del porno
Éste es uno de los muchos prejuicios con los que se topan los chicos de la generación millennial. Si bien, el acceso a la pornografía es, prácticamente, básico, tenemos conciencia y razón de que la misma es una simulación del sexo.
El porno busca provocars; en cambio, el sexo de verdad se practica de maneras muy distintas. Y los millennials, a pesar de estar en contacto con contenidos de esta índole con mayor frecuencia, hemos expuesto que reconocemos su irrealidad.
5. “Era mejor antes.”
En lo personal, pienso que cada época tiene su encanto. No podemos decir que una es mejor que otra, pues cada una tiene su contexto social y cultural. Quizá antes, se mantenía un ideal platónico del amor; sin embargo, ahora se sostiene el ideal real de una equidad de género.
Las decisiones y preferencias de cada uno, nada tienen que ver con la época, sino con la posibilidad de escogerlas.
