La Dra. Shirley Zussman ha cumplido los 100 años y, sin embargo, aún recibe 12 consultas a la semana. La Dra. Shirley se ha convertido en la sexóloga más anciana del mundo, ha visto de todo: desde el SIDA, el porno y hasta la legalización de la píldora.
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Siendo discípula del matrimonio de Masters y Johnson, la Dra. Shirley, además, fue de las primera ginecólogas en practicar abortos dentro de la ciudad de Nueva York. Hace más de 40 años.
De entre sus pacientes actuales, la Dra. Shirley recuerda a una joven de 25 años que acudió en su consultorio del Upper East Side:
Había acudido a otros terapeutas en Nueva York, pero sentía que sabía más de lo que ellos sabían. Así que estaba contenta de ver a alguien con más experiencia.
Experiencia. Ésa es la clave, según lo que comparte al New York Post.
Y, sin duda que la experiencia de esta sexóloga centenaria, es basta. Tanto que nos deja las 7 lecciones más importantes acerca del amor:
1. El sexo no sólo es coito
La Dra. Shirley afirma:
Las parejas de hoy en día suelen tener el mismo problema. Existe una necesidad de éxito en las relaciones sexuales, de la forma en que se entiende el éxito en el trabajo o los estudios. El sexo se ha convertido en una competición. Tienes que ser bueno en la cama. Esta necesidad provoca tensión y ansiedad, y no nos deja sentir. La gente ve el sexo como un coito no como una amplia gama de experiencias. La gente orienta el sexo a la consecución de un objetivo
2. Para ser un buen amante, hay que ser un buen compañero
En sus tiempos con Masters y Johnson, la Dra. Shirley comprendió su mayor aportación: para que el sexo funcione, se tiene que tener un cariño y una complicidad entre pareja.
No es todo placer y glamour. Lo más importante es aprender a ser un buen compañero. La importancia de la comunicación fue una de sus mayores contribuciones, pero no sólo se referían a la charla, también a las caricias, los mimos, los besos…
3. El trabajo está dañando nuestra vida sexual
La Dra. Shirley comenta:
La gente está ocupada todo el tiempo. Esto no era así cuando yo crecí. Existe un límite en la cantidad de energía, deseo y tiempo que puedes darle a una persona cuando estás presionado para ganar más dinero, convertirte en CEO y comprar una casa de verano. La gente quiere más y más, pero el deseo requiere energía.
Entre sus pacientes, incluso encuentra esta situación:
El problema más común que veo en la consulta es la falta de deseo, de interés. Tuve un paciente que me dijo: “Quiero a mi marido y me encanta hacer el amor con él, pero cuando llego a casa de trabajar y he estado rodeada de gente todo el día, lo único que quiero es dormir.”
4. La trivialización del cuerpo de la mujer es cada vez mayor
La Dra. Shirley opina acerca del cuerpo de la mujer visto como un objeto:
Siempre he creído que el sexo está fuertemente influenciado por la cultura. Hoy en día siento que la mujer está siendo convertida en un objeto sexual. Hablamos de la libertad sexual, pero nuestros cuerpos están siendo usados para todo tipo de propósitos comerciales.
5. El porno no tiene nada de malo (si no nos excedemos)
La Dra. Shirley Zussman afirma que la pornografía no tiene nada de malo, pero tampoco algo nuevo:
No hay nada nuevo en la pornografía. Ha estado aquí desde la prehistoria. Creo que es saludable que la gente tenga la habilidad y la libertad de fantasear.
Sin embargo, la doctora también reconocer que esto llega a ser un problema para algunos de sus pacientes:
Tengo bastantes pacientes que se sientan en el ordenador a ver pornografía y han perdido el interés por buscar pareja. Veo a muchísimos solteros que no hacen el esfuerzo de conocer a gente para no enfrentarse al posible rechazo y prefieren satisfacer sus necesidades sexuales masturbándose frente al ordenador.
6. Las nuevas tecnologías han dañado las relaciones humanas
A pesar de que la Dra. Shirley Zussman es una mujer de esta época, reconoce que la tecnología nos ha perjudicado:
Estoy anonadada al ver la falta de conexión entre personas por culpa de los iPhone. Hay mucho menos contacto físico. Hay menos tocamientos, menos conversaciones, menos abrazos, menos miradas… La gente siente placer mirando a otras personas, sonriéndolas, tocándolas… Necesitamos tocar para sentirnos queridos. Este es el principal problema de la generación actual. No entiendo por qué la gente no echa eso en falta
7. El sexo no lo es todo
Por último, la Dra. Shirley nos dice que el sexo no es lo único que nos hará felices. A su vez, también afirma que el sexo de ahora que en décadas pasadas, no es para nada más polémico:
No creo que del sexo casual de hoy en día sea más frenético que en los ‘60. A la larga, el placer sexual es sólo una parte de lo que hombres y mujeres buscan entre ellos. Quieren intimidad, cercanía, entendimiento, diversión, y alguien que realmente se preocupe por ellos, no sólo en la cama.