Moda y Belleza

7 ingredientes tóxicos en la industria de la belleza durante la época victoriana

La obsesión completa de la belleza en la época donde los avances científicos no eran tan grandes.

Durante la época de 1837 a 1905, las mujeres ya estaban al tanto de la belleza. El aspecto físico, después de todo, ha sido siempre uno de los más importantes atributos para las mujeres y los hombres por igual.

En aquel entonces, sin embargo, tanto figuras políticas como empleados de la nueva clase trabajadora con poder económico, se sometían a diversos tratamientos que les otorgaba una apariencia deseable. Pero, claro, a un alto costo.

Debido que a la ciencia no era del todo avanzada en aquellas décadas, las personas utilizaban sustancias tóxicas para meros fines cosméticos. Como éstas:

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1. Mercurio

Hoy en día, muchos hombres se sienten atraídos por las pecas. Sin embargo, en ese entonces, se reconocían como un defecto tan desagradable como el acné y las espinilla. De este modo, ante la obsesión por mantener una piel completamente blanca, la industria de la belleza en la época victoriana recomendaba utilizar una dosis diaria de mercurio.

Este ingrediente era usado, además, para eliminar las ojeras y los ojos hincados. ¿Pueden imaginarlo? Su propio, pero tóxico contorno de ojos ya existía más allá de la Edad Media.

Se sabe que el Rey Jorge I utilizaba este método de belleza extremo y, por supuesto, sumamente dañino para el organismo. Actualmente, incluso cuesta trabajo pensar en que alguien ingiera mercurio como método de belleza.

2. Azufre

Persiguiendo la belleza más inalcanzable para la piel, se recomendaba utilizar baños de azufre y jabones con un alto contenido del mismo elemento. De tal manera que la piel, desde luego, resultaba severamente dañada a la larga.

Pero esto no es todo, se sabe que este químico es nocivo para la salud en general si se expone uno a él en cantidades extremas. No obstante, en aquel entonces, aún no se tenían tales conocimientos.

3. Arsénico

En la edad victoriana, las mujeres ya conocían la depilación. Y si bien hasta la fecha sigue siendo una tortura para todas (o la mayoría de) las mujeres, en aquel entonces, más que tedioso o un fastidio diario, se reconocía como una práctica bastante dolorosa.

Las mujeres de la época victoriana utilizaban un preparado de arsénico, lima y potasio que, además de corrosivo, era efectivo para su piel lisa deseada. A la fecha se sabe que esta técnica provocaba úlceras y llagas en la piel.

4. Peróxido de hidrógeno

Ya en aquel entonces se utilizaba el clásico truco del peróxido de hidrógeno para obtener un tono rubio en el cabello. Una técnica que, a diferencia de hoy en día, quemaba el cabello para que éste luciese crespo y del tono deseado.

5. Grasa de oso

Pero ésta no era la única técnica de riesgo. Para darle brillo, los antiguos ciudadanos utilizaban grasa de oso. Este cosmético no sólo humectaba el cabello, sino que también fomentaba el crecimiento del cabello.

El preferido y más lujoso era de oso pardo. Y, bien, esta técnica era mucho más tóxica para los animales. Tanto que la demanda era tan alta que consiguió diezmar a la población de osos en la Antigua Rusia.

6. Shocks eléctricos

Las arrugas han sido el enemigo primordial de la belleza desde épocas remotas. Entre las técnicas que en aquella era utilizaban las mujeres, se encontraban las más leves, como frotar las arrugas con servilletas secas y hasta las más extremas que se creían efectivas, como los “baños eléctricos.”

Estos “baños” consistían en sumergirse a una tina con agua y sal mientras se aplicaba electricidad a través de una esponja que funcionaba con baterías. La idea era regresarle al músculo su firmeza. Pero, como informan muchos historiadores, los efectos eran temporales.

7. Jugo de naranja

Y, entre otros trucos agresivos que las mujeres usaban para mantenerse bellas, también se encontraba uno muy extraño y sencillo: aplicarse jugo de naranja recién exprimido dentro de los ojos para que estos les lucieran brillosos.

Sin duda, estas chicas inventaron el lema de que la belleza, duele.

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