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7 consejos para principiantes en yoga

Toma tu tiempo para conocer la disciplina, elegir el mejor estilo para ti y, con el tiempo, lograrás fluir con la energía.

Hace más de 10 años tomé mi primera clase de yoga. Era en un taller recreativo de la universidad, más enfocado al desarrollo físico, el clásico yoga de gimnasio. Aunque me gustó la práctica, sentí que hacía falta algo en la disciplina. Tiempo después visité un estudio especializado y todo cambio… Hasta tuve la oportunidad de trabajar ahí un par de años.

Durante mi experiencia como practicante, recepcionista y community manager, conocí a muchas personas con diferentes acercamientos. Las chicas que llevan años en la disciplina. Las señoras que buscan restaurar cuerpo y mente. Los chicos que entraban a clase, aunque fueran los únicos varones en una sesión con más de 15 mujeres. Los nuevos que llegaron a tomar una clase prueba. Los escépticos que se transformaron.

Gracias a todos ellos, y a mi práctica personal, entendí que el yoga nos une con el propósito de encontrar la calma, una estabilididad. Claro, esto puede significar algo muy diferente para cada persona.

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Como les he comentado, existen distintos estilos de yoga, cada uno de ellos se ajusta a las necesidades del practicante. Al final, todo es yoga, unión de cuerpo, mente y espíritu, que se logra a través de diferentes prácticas — meditación, pranayama o meditación, asanas o posturas, filosofía, mantras, mudras —. Al inicio toda esta información llega a intimidar, pero con el tiempo vas estabilizando y adaptándote a la disciplina.

Hoy me gustaría compartir con ustedes algunos consejos que les serán de utilidad, si quieren intentar la disciplina o apenas están dando sus primeros pasos — o, igual, como recordatorio para todos aquellos que llevamos más tiempo.

Prueba distintos estilos

Hay quienes no intentan yoga por considerarlo un ejercicio, suave, pausado. Lo que no saben es que hay distintas variantes, ritmos de práctica y secuencias, que pueden hacer sesiones mucho más dinámicas e intensas. Así como hay un sinfín de gustos, hoy en día hay distintas fusiones de asanas que pueden ser de tu interés.

Si tienes la oportunidad de tomar una semana de prueba, entra a todas las clases que puedas, conoce a todos los maestros y elige la práctica que vaya mejor contigo. Posteriormente, si quieres enfocarte a un sólo estilo, es totalmente válido también — aunque de vez en cuando hace falta variarle un poco o darle mantenimiento al cuerpo con una buena clase restaurativa.

Visita varios estudios

Así como los estilos, sería lo mejor conocer diferentes estudios de yoga y elegir el que vaya mejor contigo, en el presente. Si quieres maestros con más experiencia o más horas de certificación; si buscas otro estilo más espiritual o que incorpore la filosofía; si quieres conocer a la comunidad yogui en tu ciudad, esta es la mejor manera de hacerlo.

La flexibilidad se gana con el tiempo

Estas en tu primera sesión y en una flexión hacia el frente (uttanasana) notas que no alcanzas el piso, ni siquiera los tobillos. No dejes que esto te frustré. Hasta los mejores maestros comenzaron con una flexión mínima, casi hasta las rodillas o las pantorrillas.

La flexibilidad se va cultivando con el tiempo. Hay personas que son flexibles por naturaleza, pero esto no significa que tengan una ventaja; al contrario, deben tomar consciencia de esto para tener más cuidado y evitar lesiones; en especial si presenta algún tipo de hiperextensión en articulaciones.

La práctica hace al maestro

Como alguna vez dijo el gran gurú Pattabhi Jois, “Practice and all is coming”. En yoga es necesario una práctica constante y consciente, para avanzar en el conocimiento de las posturas. Cómo entrar, cómo salir de ellas, cuáles son las contraindicaciones, cuál es la alineación correcta.

Cada asana tiene variantes de acuerdo a las necesidades de cada quien. Si estás comenzando y casi no tienes fuerza en los brazos, un chaturanga dandasana significa un gran reto — bueno, es un reto hasta para aquellos que llevan tiempo practicando —. Es importante poner atención a las indicaciones y buscar las modificaciones necesarias para realzar la postura.

Escucha a tu cuerpo

Durante la práctica de posturas es muy importante estar en el presente, concentrarse en cada acción y escuchar a tu cuerpo. Si hay alguna asana que te provoque dolor, podría ser que entraste de forma inadecuada, te falta mejorar la alineación — cuidado las rodillas en esos guerreros —, hay tensión en los músculos por practicar otra disciplina o simplemente hoy no lo sientes bien. Todas estas sensaciones están ahí por algo.

En lugar de ignorar a tu cuerpo, evita alguna lesión y hazle caso. Si todavía no te acostumbras al ritmo de las secuencias, a la respiración en vinyasa, toma un descanso en balasana o postura del niño. Si te encuentras en tu ciclo lunar, mejor evita las inversiones y si sientes que en este momento no puedes con determinada postura, busca una variación aproximada.

Honra tu verdad

En caso de que tengas una lesión, una operación reciente, hayas tenido bebé — sea en parto o por cesárea —, si padeces de presión alta o baja, dolor en la columna o espalda baja, todos estos factores se deben considerar durante la práctica de asanas.

Por lo regular, el o la guía de la sesión debe preguntar al inicio si alguien padece alguna enfermedad crónica, tiene un dolor o lesión, hasta llegan a preguntar si existe cansancio — si es generalizado, tienden a adaptar la práctica para que sea más suave o lunar —. Si tienes oportunidad, acércate al guía unos minutos antes de comenzar, para platicar un poco de tu condición y te de indicaciones directas.

Todos somos principiantes

Al final del día, todos los practicantes somos principiantes, sin importar cuanto tiempo hayamos practicado. Siempre estamos aprendiendo de nuestra experiencia, del compartir con los demás un espacio y una intensión.

Debemos ser humildes y honrar nuestra práctica, nuestros cuerpos, ser respetuosos de la sesión, del grupo en general, de la práctica de los demás. Así, en conjunto, sentirás la energía fluir en cada vinyasa, en cada movimiento, en cada respiración. Un hermoso sentido de unidad a través de la energía.


Estos son algunos consejos que, en lo personal, le daría a cualquier persona que quiere comenzar en esta disciplina. Si eres yogi o yogini, si llevas una semana, meses o años, me gustaría saber si tienes algún otro consejo más para motivar a cada vez más personas a unirse en un sólo fluir, en el camino del yoga.

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