Chst. Hermosa. Hola, hermosa, sonríe. Y otras cosas que hemos escuchado en la calle, y que, francamente, ya nos tienen hartas. Mientras muchas dicen que ignorar es la clave, porque lo único que quieren estos tipos es molestarte, si te molestan, ganan. Algunas creemos, que hay que hacer mucho más que sólo ignorar, porque se sabe que el acoso sexual en la calle no tiene que ver con el sexo, sino con el poder. Es decir, que algunos hombres sienten que es su derecho ver a las chicas caminar en la acera y expresar su opinión, una que nadie les solicitó, por cierto.
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Sin embargo, dar opiniones no solicitadas no tiene nada que ver con el contacto físico no deseado con un extraño, este es un nivel mucho más allá. Esto le sucedió a Mary Brandon, cuando disfrutaba del popular carnaval de Notting Hill, en Londres, y el tercer festival más grande de Europa, un extraño tocó el trasero de la chica, según reporta el sitio MIC. Ella reaccionó diciéndole que parara. A lo cual respondió volviéndolo a hacer. A este momento, la chica ya estaba fúrica, por lo que empujó al desconocido, quien respondió golpeándola en la cara.
Lo empujé, ejercitando mi derecho de decirle a un hombre que dejara de tocar mi cuerpo sin mi permiso, así que tomó fuerzas y me golpeó en la cara
Fue lo que declaró Mary en su página de Facebook, además de compartir la imagen de cómo quedó su cara después de ser golpeada (podría ser impactante para algunos).
El mayor problema es que no sabemos reaccionar
Aunque se está tratando de localizar al agresor y se ha hecho una denuncia formal, grupos como iHollaback, organización internacional que lucha contra el acoso sexual en la calle, no están totalmente de acuerdo con la reacción de esta chica, como se muestra en el video que se filmó para un noticiero local. Básicamente, el problema de Mary fue confrontar la violencia con la violencia (sin exonerar de ninguna forma al acosador).
En primer lugar, cuando se quiere enfrentar el acoso, hay que asegurarse de que se está en una posición de seguridad: Mary estaba rodeada de personas, sin embargo, al parecer no llevaba compañía consigo. Hizo bien en aclarar a su acosador que la dejara en paz, y decirlo claro y fuerte, su problema estuvo en empujarlo. Si nadie más vio a este hombre tocándola, es posible que pensaran que ella había sido la primera en agreder al sujeto, por tanto no corrieron a ayudarla o siquiera lo vieron. Lo cual en estos momentos dificulta mucho su localización y castigo.
Quizás habría funcionado mejor, por ejemplo gritar en vez de “Deje de hacer eso”, “¡Deje de tocar mi trasero!”. Esto es mucho más resonante para los que están alrededor de nosotros y puedan llegar a ayudarnos, o mínimo a reconocer al sujeto. Ante esto, lo más importante para luchar contra el acoso de manera efectiva es aprender a actuar cuando se presentan las situaciones y exigir a las autoridades educación sobre este tema y leyes que se apliquen al respecto.
¿Ustedes qué habrían hecho en el lugar de Mary?