El dinero siempre ha sido una cuestión cautelosa para todos. No sólo en cuanto a lo que ganamos, sino más bien, sobre lo que gastamos. Y es que, a pesar de que suene cliché, la ropa tampoco es una excepción.
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Pero muchas veces escogemos lo más barato cuando, en realidad, estamos escogiendo todo lo contrario.
1. La ropa barata, sale cara
La calidad de la ropa barata siempre será barata. Así te gastes más de mil pesos en ella. No sólo es un gasto innecesario, sino que al final del día sigue siendo ropa barata.
2. No hay tal cosa como ropa barata
Hay una infinidad de empresas de ropa que se empeñan en hacernos creer que son ropa barata, pero en realidad son todo lo contrario. El low cost tiene ese efecto: ropa barata que, a la larga, sale cara.
3. No tiene nada de malo ahorrar para comprar una buena pieza de ropa
Comprarte una buena pieza de ropa, no tiene nada de malo. Es bastante utilizable con la ropa que ya tienes, además. Por si fuera poco, tienes por seguro que no se te va a arruinar a las primeras 3 veces que la usas, será una prenda de lujo verdaderamente.
4. Hay piezas que no pasan de moda
Si vas a gastar en una prenda de ropa, asegúrate que sea clásica o muy contemporánea. Que sea una blusa blanca, una falda a lápiz o alguna otra prenda que estés segura que no deberá faltar en tu armario. (Los zapatos también cuentan.)
5. Es cuestión de ahorrar
Ahorrar no sólo se trata de privarse de diversos placeres de la vida, sino también de alcanzar algunos otros que valen muchísimo más la pena. Ejemplo: la ropa de marca. Que no sólo te gustará bastante, sino que también te hará ahorrar en toda la ropa barata que se te arruina una vez vestida.