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Cuenta de Instagram captura a desconocidos y recrea historias a sus espaldas

“We never met” describe cada imagen con pequeñas ficciones alrededor de la gente fotografiada en las calles.

La cantidad de historias sin contar puede ser también proporcional al número de personas que nos cruzamos en la calle. Las posibilidades de echar a andar la imaginación son infinitas.

El arte de narrar y la fotografía callejera se han mezclado bien en la cuenta de Instagram We never met (Nunca nos conocimos), la conforman imágenes de personas tomadas de espaldas con divertidas captions, unas absurdas y otras reflexivas, alrededor de lo que probablemente estén pensando, sobre sus estilos de vida, sus anhelos, las decisiones que los llevaron hasta ahí o cualquier idea que pueda inspirar determinado contexto.

Una serie de conversaciones que nunca tuvimos. Pequeñas historias creadas para extraños cuyos rostros nunca veremos.

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Los creativos detrás de We never met son un par de publicistas radicados en Londres: Alex Mendes y Hugo Catraio. De este ejercicio ellos destacan:

No mostrar los rostros de la gente nos permite crearles nuevas identidades. Es asombroso observar cómo incluso una sola línea de una historia puede cambiar completamente la forma en que ves a una persona y crear un personaje alrededor de ella.

Revisa alguna de las fotografías y las descripciones que forman parte de esta colección:

Cuando se conocieron por primera vez, él tenía el cabello más largo que ella. Lo que ella no sabe es que el dinero que él ahorra en acondicionador es para comprar su anillo de compromiso.

Él tiene 521 amigos en Google +. Pero él no sabe que tiene Google +.

Bruno. Ella simplemente no viaja sin él. Sin embargo aquí no se ve porque Bruno andaba en el baño.

De ahora en adelante lo verás vestido demasiado formal. Eso significa que no ha hecho lavandería por un tiempo.

No quiero vivir en una sociedad que cree que tienes que dejar pasar cierta cantidad de tiempo antes de responder un e-mail.

Su misión es ayudar a mami a encontrar un chico lindo. Cada que ve un prospecto, lo apunta y le dice “¿Qué te parece este, mami?”

Él vio por accidente El Padrino I y III, y no le haya sentido a ver la segunda parte.

Esto, damas y caballeros, es el perfecto ejemplo de alguien que firma cada mensaje de texto: “LOL, Beth”.

Ella no es irónica. Lo que pasa es que es tan agresiva que la gente asume que está bromeando.

Una canción: Like a Rolling Stone. Un libro: En el camino (J. Kerouac). Una película: Norbit.

Al final de cada mes él la sorprende. Boletos para el cine. Flores. Chocolates. Depende de lo que estén vendiendo.

Cuando ellos están entre cuatro paredes solo tienen una regla: uno cocina y el otro lava los trastes.

No es cuestión de si llueve o no. Es cuestión de estilo.

 “¿Está Helen?” “No, espera…” De todos modos ella sigue marcando a alguien que no deja de dar el mismo número equivocado a todo mundo. Pero no se queja porque así fue como conoció a John, Noah y Óscar.

Ella es cualquier cosa menos una persona obvia. Su placer culpable no es ver reality shows o comer fideo. Lo que realmente le gusta hacer es oler sus propios pies, eso explica su obsesión por el yoga.

Ahora mi placer culpable es leer los pies de foto de este proyecto, son más de cien. ¿Quieres más mini historias? Síguelos en Instagram.

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